Algo ideal sería que la herramienta más poderosa jamás hecha por el ser humano, esté al alcance de todos en el mundo, sin importar raza, religión, país o estado económico. Sin embargo, aquellos que pueden conectarse a Internet siguen siendo una minoría en comparación con los cinco mil millones que todavía no tienen acceso. La brecha digital es gigantesca, pero el movimiento "Buy This Satellite" planea dar un paso importante para cerrarla: Comprar el satélite de comunicaciones más grande jamás lanzado, y cambiar su posición para entregar acceso gratuito a Internet a aquellos que no lo tienen.
Libertad en todas sus formas, derecho a la vida, a una nacionalidad, al trabajo, a la salud, a los servicios básicos, a la educación. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es bastante clara. Lamentablemente, entre esas nobles palabras y el mundo real todavía hay un abismo bastante grande. Pero también hay algo más. Existe una herramienta, un universo digital único y tal vez irrepetible, que por supuesto tiene cosas buenas y malas, pero que ha sabido defender y ampliar a muchos de nuestros derechos, especialmente el de la libre expresión. Obviamente, hablamos de Internet. Todos los que nos leen en este momento saben lo importante que es el acceso a Internet. Por diferentes razones, muchos consideran al hecho de navegar por la Web como algo natural. ¿Pero que tan natural es que sólo tres de cada diez personas en el planeta tengan acceso?
Países como Finlandia ya consideran al acceso a Internet como un derecho legal. La Organización de las Naciones Unidas ya ha propuesto su inclusión en la declaración. Y ahora, un movimiento conocido como "Buy This Satellite" tiene un objetivo: Reducir la brecha digital, entregando acceso gratuito a la Web a aquellos menos afortunados. La idea se basa en comprar el satélite TerreStar-1, anteriormente operado por la empresa de comunicaciones TerreStar, quien acaba de confirmar su bancarrota (en parte programada) el mes pasado. El satélite, lanzado en julio de 2009, es una mole con una masa de casi siete mil kilogramos, y notables capacidades de telecomunicación. Tras el cambio de posición del satélite, el movimiento planea la distribución de módems satelitales de muy bajo costo para habilitar la conexión.
La "fase 1" del programa de donaciones tiene como objetivo recaudar 150 mil dólares para activar un plan de negocios que atraiga a inversores a gran escala, navegar a través de todo el proceso burocrático requerido, y contratar a un equipo de ingenieros. Ahora, hay que tener en cuenta dos detalles importantes: Se calcula que el TerreStar-1 tuvo un costo de unos 300 millones de dólares, lo cual hace que el proyecto de compra sea un poco complejo. Sin embargo, quienes están detrás de "Buy This Satellite" mencionan un precedente importante: La constelación Iridium de satélites (uno de ellos chocó, ¿recuerdan?) contaba con un valor estimado de seis mil millones de dólares al momento en que su empresa operadora (Iridium SSC) entró en bancarrota. El grupo inversor que llegó después y refundó la empresa, lo compró por apenas 25 millones de dólares. Con eso en mente, comprar un satélite para entregar Internet gratuita no parece tan descabellado.