Imagino que en más de una oportunidad has debido llamar a algún soporte técnico, o a un número de sección administrativa para realizar un reclamo, y recibido la advertencia de que la llamada “puede” ser grabada para brindar una “mejor calidad” en el servicio. El marco legal a la hora de grabar llamadas telefónicas varía mucho en cada país, pero en el caso español, una persona puede grabar una llamada siempre y cuando participe en ella activamente. Con eso en mente, Burovoz ofrece su servicio de grabación de llamadas, sin importar si se trata de móviles o líneas fijas, pero lo más importante es que cada grabación es certificada, habilitando su uso en un posible proceso legal.
No importa cuál sea la región en la que te encuentres, los problemas suelen ser los mismos: Es una pesadilla darse de baja en un servicio, hay que sudar sangre para lograr una corrección en la facturación, y siempre se habla con alguien diferente. Es muy complicado para un consumidor defenderse en estas circunstancias, y aunque los gritos y amenazas están a la orden del día, existe algo un poco más “activo” como grabar cada conversación. Tengo entendido que en algunos países esto es ilegal, o no cuenta con validez legal en caso de realizar una demanda, pero la ley española indica que una persona puede grabar una conversación cuando es parte de ella. Ahora, ¿cómo se puede grabar una conversación telefónica de forma sencilla?
Una opción es Burovoz, desarrollada por la empresa CallStamp. Burovoz es una aplicación con la capacidad de grabar tanto las llamadas que realizas como las que recibes, y eso también incluye los intentos de llamada. Todo lo que tiene que hacer el usuario es descargar la aplicación en su smartphone (compatible con iOS y Android) y registrarse para comenzar a usar el servicio. Por sí sola, la función de grabación de Burovoz es muy importante, pero hay algo más, y es la posibilidad de certificar cada llamada. Esto no sólo establece su autenticidad, sino que también la habilita para ser usada como prueba en un proceso legal.
En una época en la que lamentablemente la palabra vale cada vez menos, el costo de Burovoz parece razonable. Cada llamada local cotiza a 39 centavos de euro, mientras que la certificación cuesta otros 40 centavos. En caso de tratarse de una llamada internacional, el sitio oficial de Burovoz ofrece una tablilla con los valores por minuto en cada país, aunque en todos los casos, la certificación se mantiene en 40 centavos. Burovoz ya está siendo utilizado por organizaciones gubernamentales y privadas, como el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y el Grupo CESCE, pero la idea es extender sus ventajas al público en general. Si los dolores de cabeza provocados por acuerdos incumplidos y/o mentiras al teléfono ya son demasiado grandes, tal vez Burovoz pueda ayudar.
