Si decides invertir tu tiempo y tu dinero en el buceo, entonces sabes bien que debes privilegiar a algunas regiones únicas por sobre el resto. Una de ellas es la llamada fisura de Silfra, ubicada en el lago Þingvallavatn, en Islandia. El agua pura y filtrada durante décadas por la roca porosa brinda una extraordinaria visibilidad a los buceadores, pero hay algo más: La posibilidad de bucear entre continentes, ya que separa a las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica.
Dicen que la vida bajo el agua es sólo para quienes crecen y viven cerca de ella. Aún recordamos muy bien el caso de Juan Oliphant, fotógrafo que encontró en el buceo la clave para recuperarse de su parálisis. Sin embargo, lo cierto es que cualquiera puede ingresar a ese mundo siempre y cuando cumpla con algunas condiciones. La recompensa es explorar lugares increíbles e irrepetibles, entre los que se destaca la fisura de Silfra en Islandia.
Buceando entre continentes
¿Qué tiene de especial? En primer lugar, el agua. Filtrada durante décadas por la roca de lava porosa, el agua es potable y podemos ver a través de ella como si fuera un cristal. La profundidad máxima de la fisura alcanza los 63 metros, más allá de los límites del buceo no profesional (requiere certificación técnica avanzada), pero aún en niveles más cercanos a la superficie, Silfra no tiene desperdicio.
Y en segundo lugar, quienes visiten la fisura tienen la posibilidad de bucear entre continentes. La formación de Silfra es producto de la corriente tectónica de las placas de Eurasia y Norteamérica. Las placas se separan unos dos centímetros adicionales por año, y toda la tensión acumulada se libera con un ciclo de actividad sísmica que se repite aproximadamente cada diez años.
Todos aquellos interesados en ir a la fisura de Silfra y bucear en sus aguas transparentes pueden entrar en contacto con la gente de Dive.is, pero más allá del dinero (unos 250 dólares por tour), sus requerimientos son bastante exigentes, desde certificaciones para PADI Open Water Diver y dry suit, hasta características físicas específicas (por ejemplo, no medir más de dos metros ni pesar más de 120 kilogramos).
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Esa agua dejó de ser potable desde que van buceadores, y que tal si alguno vació su vejiga durante la inmersión o mientras nadaba en la superficie…
Totalmente de acuerdo.