Menu
in ,

Brain2Robot, el brazo robot ortopédico controlado por la mente

En el Instituto Fraunhofer de Arquitectura Informática y Tecnología de Software (FIRST) han desarrollado lo que podría ser una bendición para millones de discapacitados motores. Se trata de un brazo robótico que puede ser controlado directamente por el cerebro del usuario.

En la última década se han hecho grandes avances en la interfaz entre el cerebro humano y la electrónica. Esto ha permitido la creación de varias maquinas muy interesantes, entre las que Brain2Robot quizás sea la más compleja. Este sistema de control se basa en las señales electroencefalográficas (EEG) y en los movimientos oculares del paciente para controlar un brazo robótico. El invento podría ayudar a las personas paralíticas a recuperar, al menos en parte, su independencia.

El proyecto fue financiado por la UE y desarrollado en el Instituto Fraunhofer de Arquitectura Informática y Tecnología de Software (FIRST). La parte más importante y novedosa del sistema es la interfaz cerebro-ordenador (BCI, por Brain Computer Interfaz). En pocas palabras, la BCI consiste en un par de electrodos adheridos al cuero cabelludo del paciente, que se utilizan para medir las señales eléctricas del cerebro, tal como se hace cuando se realiza un EEG. Estas señales son amplificadas y procesadas por un ordenador que busca cambios en la actividad cerebral del sujeto. Este ordenador se encarga de controlar la electrónica del brazo robot, que finalmente ejecuta la orden emitida por el cerebro del paciente.

El sistema también emplea dos cámaras montadas sobre unas gafas especiales, que se encargan de analizar la posición de los ojos del usuario. Se trata de un sistema de apoyo a la BCI, ya que realmente el del brazo robot obedece a los impulsos eléctricos registrados por los electrodos.

El jefe del proyecto, Florin Popescu, declaró que “el proyecto está diseñado para ayudar a las personas con graves discapacidades a manejarse en su vida diaria. La ventaja de nuestra tecnología es que puede convertir directamente los movimientos intencionados en órdenes de control para el ordenador”. Lo bueno de este sistema es que no solo tendrá aplicaciones médicas, sino que podrán implementarse diferentes BCI en ámbitos como el automotriz o el esparcimiento (control de videojuegos, por ejemplo).

No se sabe cuánto va a costarle al usuario final un equipo de estas características. Solo ha trascendido que la inversión en investigación y desarrollo fue de 1.3 millones de euros. El dinero fue provisto por el Sexto Programa Marco de la UE a través de las Becas Marie Curie para equipos de excelencia. Estas becas posibilitan a los investigadores a crear equipos y realizar investigaciones ambiciosas de categoría mundial en todas las disciplinas científicas de relevancia para la UE.

Escrito por Ariel Palazzesi

Leave a Reply