A la hora de mantener a un ordenador probablemente no haya mejor herramienta que la prevención. La cantidad de bichos pululando por la red es cada vez más alta, lo que nos obliga a estar cada vez más alertas. Aún así, la catástrofe siempre encuentra alguna forma de dar el golpe (no siempre involucrando a un virus), dejando a nuestro sistema con los pelos de punta. En esos casos es en donde salen a flote los conjuntos de utilidades y los recuperadores de sistema, en un intento por devolverle la vida al ordenador. BootZilla es uno de ellos, veamos de qué se trata.
Trabajo pesado
A nadie le gusta estar luchando frente al ordenador después de haberse encontrado con un mensaje de error. Los problemas que pueden afectar a un sistema son demasiados, desde un evidente virus danzando de aquí para allá, hasta algo tan pasado por alto como puede ser la falta de ventilación. Cualquier cosa que pueda aminorar la carga de trabajo al momento de una restauración es bienvenida, siempre y cuando se trate de algo adecuado y de utilidad para el usuario.
BootZilla es un conjunto de utilidades que apunta a asistir al usuario ante estos típicos casos de rebeldía informática, epidemia digital, o la combinación de ambos. Su descarga es gratuita, la última versión tiene un tamaño de aproximadamente 130 MB, empaquetada en un archivo zip. Ahora, nos quedamos un poco sorprendidos. Esperábamos ver alguna imagen ISO utilizando una distro de Linux como base, o algún sistema modificado basado en Bart PE que posea su propio entorno operativo en donde podríamos ejecutar cualquier utilidad basada en Windows para restaurar nuestro sistema.
Este no fue el caso. Sólo nos encontramos con una estructura de archivos en donde varias de las utilidades están con sus instaladores, en vez de aparentar ser alguna versión portátil que se pueda ejecutar sin instalación. El asistente es un archivo de extensión CMD que dentro de sus opciones, posee la de actualizar el paquete (ya exploraremos eso un poco más), y la de armar un CD booteable. El archivo de información de BootZilla menciona que el proceso de actualización puede ser relativamente lento, pidiéndole al usuario cerca de una hora para que se complete. En nuestro caso no fue tanto tiempo, pero podemos decir que la operación tomó unos veinte minutos. La creación del Boot CD fue bastante rápida, y en un par de minutos obtuvimos una imagen ISO de poco menos de 200 MB. Por supuesto, puedes grabar la imagen con la utilidad de turno que utilices.
Sin embargo, cuando iniciamos el ordenador utilizando un CD con el ISO grabado, nos encontramos con muchas menos opciones de las que esperábamos: MemTest para comprobar memoria, Prime95 para estabilidad, HDAT2 para recuperar discos duros (que por cierto, nos colgó el sistema), un comprobador de memoria de vídeo y la Consola de Recuperación de Windows XP. ¿Dónde están el resto de las utilidades? Bueno, sólo podrás acceder a ellas si ejecutas BootZilla desde el interior de Windows. Ahora, se supone que es un conjunto de utilidades para ayudar a un administrador a recuperar un sistema de una situación complicada. Normalmente, esa situación implica que Windows no se inicia. Pero si para poder acceder al contenido principal de BootZilla es necesaria una instalación funcional de Windows, ¿cuál es el punto?
Tras iniciar Windows exploramos un poco el contenido de BootZilla. La mayoría de las aplicaciones son relativamente típicas, pero en otros casos hemos detectado redundancias, y hasta utilidades de un valor cuestionable en un entorno de recuperación. Por ejemplo, no vemos la necesidad de Pidgin o de uTorrent a la hora de restaurar a Windows. Y en el caso de las redundancias, hemos detectado dos desfragmentadores. Además, algunas de estas utilidades no parecieron funcionar. El programa arrojó un error tal y como si fuera cuando Internet Explorer no puede encontrar una página, lo cual revela la estructura HTML que el programa tiene como base. Otra cosa que no nos termina de cerrar es el agregado de la demo de un antivirus. Algo es cierto: El NOD32 es probablemente el mejor antivirus comercial que existe en este momento, pero hay varias alternativas gratis que pueden cumplir con este rol muy bien. Existiendo dichas opciones, no vemos la razón para utilizar un trial de 30 días, aún si se trata de NOD32.
Para finalizar, hemos notado que varias de las aplicaciones existentes en el CD están desactualizadas, severamente en algunos casos. Ejemplos como CCleaner o Firefox en su versión 2 son las primeras que saltan a la vista, pero tras ver el resto de la lista de aplicaciones, la situación se repite varias veces. Eso no quiere decir que estas aplicaciones no funcionen, pero después de haber hecho el proceso de actualización, esperábamos versiones más nuevas entre algunos programas.
En conclusión, BootZilla es apenas un grupo de utilidades acumuladas que pueden ser útiles si no se tiene conexión a Internet, pero nada más. Salvo por la Consola de Recuperación sin requerir un CD de Windows XP, le encontramos muy poca utilidad por fuera del entorno de Windows. Para casos en que el sistema operativo no pueda iniciarse, es recomendable una solución más robusta, como por ejemplo Ultimate Boot CD.
¡Buena suerte!