Los muchachos de DARPA nunca descansan. Luego de haber utilizado unos 10 millones de dólares para poner a punto RATS, un traductor automático capaz de convertir las frases que sus enemigos les gritan en el campo de batalla, han solicitado 15 millones adicionales para convertir en realidad el androide C-3PO. En efecto, DARPA busca un robot que sea capaz de interpretar frases en diferentes idiomas y actuar en consecuencia. El dispositivo, llamado BOLT (por Broad Operational Language Translation) será capaz de utilizar sus sensores táctiles para reconocer hasta 250 objetos, y manipularlos según lo que se le ordene verbalmente, ya sea en inglés o en árabe. ¿Tendrán éxito?
Estados Unidos tiene la costumbre de pelear sus guerras en sitios donde la gente no habla inglés. Esto les supone un pequeño contratiempo a la hora de entenderse con el enemigo, por lo que desde hace años su agencia DARPA ha trabajado para conseguir un sistema de traducción automático que realmente funcione. La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, por Defense Advanced Research Projects Agency) anunció el año pasado el proyecto RATS (Robust Automatic Translation of Speech), que básicamente es un cacharro del tamaño de un iPod capaz de “escuchar” y traducir varias frases siempre y cuando la señal sea clara y no haya ruido de fondo. RATS tiene una efectividad cercana al 98%, bastante mejor que el Phraselator, un cacharro que llevaron a la guerra de Iraq y que era capaz de emular a un piel roja borracho hablando en árabe. Pero claro, nada de esto es demasiado útil en un contexto en el que un mal entendido producido por un error de traducción puede terminar con la vida de varias personas. Así las cosas, DARPA ha decidido dar un paso más y encarar el desarrollo de un traductor automático superior a los que posee en su “catálogo”.
El nuevo proyecto de DARPA, para el cual acaba de solicitar unos 15 millones de dólares al Congreso de los Estados Unidos, consiste en un robot capaz de interpretar frases enunciadas en un gran número de idiomas y luego de interpretarlas, realizar las acciones decididas por su software. Básicamente, lo que el Departamento de Defensa busca es una versión “de la vida real” del robot C-3P0 de Star Wars. Este robot, al que se ha denominado BOLT (por Broad Operational Language Translation), dispondrá de dispositivos de entrada táctiles y visuales, por lo que sus diseñadores aseguran que podrá reconocer objetos -hasta unos 250- y manipularlos. Esta interacción con el mundo real estará controlada a partir de las frases que el robot reconozca, y lo que sus algoritmos decidan. Si crees que se trata de un proyecto muy ambicioso tienes toda la razón.
Lo cierto es que los miembros de las tropas de los Estados Unidos no pueden ser capacitados para expresarse en idiomas como el árabe, y que un artefacto como BOLT seguramente sería de gran ayuda. Pero es se trata algo muy complicado de lograr, ya que en el campo de batalla, sobre todo en medio de un desierto de arena interminable o de una selva tropical, un robot lo puede tener bastante más difícil que dentro de un laboratorio impoluto y controlado. Pretender que en un ambiente como ese uno le diga a un robot “Coge ese objeto y colócalo de lado sobre aquel otro” y que este lo haga sin equivocarse puede ser demasiado. Seguramente sería mucho más simple y útil concebir un dispositivo como esta para que niños de un colegio de Barcelona puedan interactuar virtualmente con sus colegas de Japón, o para que un investigador de Holanda colabore con otro de Ciudad del Cabo, pero -como es lógico- por su propia naturaleza DARPA tiene mucho menos interés en estas aplicaciones que en sus usos bélicos.
El nuevo proyecto de DARPA, para el cual acaban de solicitar unos 15 millones de dólares, consiste en un robot capaz de interpretar frases enunciadas en un gran número de idiomas.