La popular empresa aeronáutica se prepara para invadir comercialmente el trozo de espacio que rodea a la Tierra. Pretenden rentabilizar el creciente interés que muestran los usuarios por viajar a través de la órbita terrestre y ser partícipes de las sensaciones que produce la ingravidez y la perspectiva privilegiada que proporciona una nave desde tanta distancia. La carrera espacial comercial que se cuece bajo nuestras narices ya tiene varios candidatos preparados para ofrecer viajes baratos pero Boeing empujará a la competencia y acelerará la llegada masiva de estos vuelos tan interesantes.
El cielo azul se le está quedando pequeño a las compañías aéreas. A tenor de los avances en tecnología espacial, los directivos de las grandes empresas de vuelos comerciales comienzan a atisbar un prometedor panorama para expandir sus planes negocios. El abaratamiento de los vuelos tripulados al espacio pone a tiro un nicho de mercado por explorar a los responsables de Boeing, que no se conforman con surcar el aire bajo las nubes. Algunos, como Virgin Galactic, ya proponen viajes sub-orbitales en el límite de la atmósfera terrestre, simplemente por el placer de observar la Tierra desde una perspectiva nunca vista. Otros pretenden convertir las visitas espaciales a lugares más lejanos en un turismo rentable. Los primeros paseos siderales costaron 20 millones de dólares pero se pretende que los precios bajen hasta convertirse en accesibles a buena parte de la población.
Boeing ha firmado un interesante acuerdo con la compañía Spaces Adventures, especialista en este tipo de negocios y que fue la primera que se asoció con los rusos para trasladar turistas espaciales hasta la famosa Estación Internacional Espacial. Los estadounidenses quieren que sus socios le cedan la nueva cápsula CST-100 para convertirla en un “aerobús” cósmico con el que recorrer la órbita baja de la Tierra a precios moderados. La pequeña nave está preparada para transportar a 7 personas en vuelos de corta duración a una distancia de hasta 100 kilómetros. Para ponerla en órbita usarán los cohetes Delta-4, Atlas-5 o Falcon-9. Se podrá utilizar hasta 10 veces.
Se espera que el proyecto esté operativo para el año 2015. De los precios no se sabe aún nada, pero dudamos mucho que los pobres mortales de aquí abajo podamos acceder a ellos. Quizá en otros 20 años más el turismo espacial sea tan común como viajar entre continentes pero por ahora, nos tendremos que conformar con verlos desde Internet.
