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BodyCom: Autenticación con el cuerpo humano

Abrir las puertas con llaves ya está pasado de moda, pero la cerrajería debe tener algún tipo de arreglo con la ciencia porque todavía no evolucionó como debería la forma de ingresar a los hogares. BodyCom quiere participar en este progreso particular y presentó una nueva forma de autenticación con el cuerpo humano. Serviría para asegurar objetos y herramientas, dándole acceso sólo al portador de un dispositivo de bolsillo que a través de acoplamiento capacitivo transmite una señal que usa a tu cuerpo como medio para llegar a una estación base, dotada de un chip de recepción.

Todavía vamos a tener que seguir empuñando tarjetas, pesados llaveros y empujando paneles táctiles con los dedos pulgares, pero el futuro de la autenticación física tiene a otras partes del cuerpo como protagonistas. Llamada autenticación biométrica, la forma de acceder a todo tipo de herramientas, lugares y actividades prevé un sistema de reconocimiento de movimientos físicos determinados, que son particulares y únicos de quienes lo ejecutan. Tal y como vimos en un artículo anterior sobre cómo se podría utilizar la forma en la que leemos o movemos los ojos para remplazar a las siempre conflictivas contraseñas, la verificación de rasgos o conducta física de un individuo está siendo investigada tanto en la tecnología necesaria como en la practicidad y los eventuales conflictos sociales que pudiera disparar. Recientemente, una compañía llamada Microchip Technology liberó los primeros datos sobre su sistema de autenticación con el cuerpo humano utilizando un dispositivo llamado BodyCom.

Partiendo de que la tecnología de reconocimiento físico ya no es una novedad, lo que BodyCom tiene para ofrecer es una conexión de acoplamiento capacitivo entre el cuerpo del usuario y los objetos inteligentes que estén dotados de la tecnología. Uno de los ejemplos que se dan en el sitio de los desarrolladores es la de las armas inteligentes,que tienen dispositivos de seguridad que impedirían su uso a todos aquellos que no fueran su dueño. Un arma generalmente está registrada por una persona, y con el sistema de BodyCom guardado en alguna parte de su cuerpo, el chip en el arma analizaría si BodyCom se encuentra presente a través del contacto del humano y en base a eso se aseguraría o se liberaría para su uso. El ejemplo de las armas es el más extremo por lo que implica su uso, pero también podría funcionar en pestillos para puertas para nunca más usar llaves, herramientas en fábricas, aparatos electrónicos en los hogares y mucho más.

Los chips necesarios para la implementación de este sistema son de bajo costo por simpleza y menor necesidad de energía, lo que es un buen punto en pos de su masificación. Usando un sistema de transmisión y recepción doble, el medio es el humano portador del BodyCom, conectando el dispositivo portátil a través de su cuerpo al chip instalado en el objeto asegurado, cerrando un circuito y habilitando su uso. El sistema tendrá un programa en el que se podrán revisar las frecuencias de uso, las referencias de datos y se podrán configurar tiempos de respuesta, entre otras cosas. El sistema se usa en Italia y sus responsables dicen que el chip puede costar entre 3 y 4 dólares para colocarse en cada objeto y que su eficiencia energética es mejor que la del Bluetooth. Habrá que probarlo.

Escrito por Nico Varonas

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