Uno de los objetivos más populares a la hora de instalar una distro Linux es la reutilización de hardware. Todos esos ordenadores que Windows abandonó (por uno u otro motivo) pueden recibir una vida extra con el proyecto Linux adecuado, pero hemos notado que los nombres más importantes aumentaron mucho sus requerimientos. Por suerte, Bodhi Linux nos ofrece una alternativa liviana, con una base de software que no presenta excesos, y una imagen de 32 bits pensada para equipos más antiguos.
Las últimas decisiones de Microsoft no están haciendo más que enfadar a los usuarios, la adopción de Windows 11 parece estancada, y la relación disponibilidad-precio de los componentes aún no regresó a parámetros pre-pandemia (aunque sí mejoró mucho).
Ante la necesidad de extender los ciclos de hardware (o por qué no, escapar al delirio de Redmond), muchos usuarios han decidido permanecer en Windows 10, y en otros casos, explorar la oferta de Linux. El avance de Proton para el gaming se mantiene firme, pero lo que nos interesa aquí es localizar una distro pensada para ordenadores humildes, y todas las flechas apuntan a Bodhi Linux.
Bodhi Linux: Una distro Linux para PCs antiguas y modernas
Bodhi Linux se encuentra disponible en cuatro sabores:
- «Estándar» se basa en Ubuntu 20.04 LTS, con una versión relativamente reciente del kernel y soporte de 64 bits. El pack de software integrado es básico, y se recomienda comenzar por aquí si tu ordenador lo soporta.
- «Legacy» de 32 bits toma la esencia de Ubuntu LTS 18.04 (con soporte oficial hasta abril de 2023) y elimina el requerimiento de PAE, ausente en procesadores más antiguos.
- «Hwe» o «Hardware Enablement» es muy similar a «Estándar», utiliza un kernel más moderno, y puede ser actualizado junto al resto de los módulos. Esta es una buena opción en equipos recientes.
- Finalmente, «AppPack» equivale a «Estándar» con una selección mucho más amplia de aplicaciones (como GIMP, VLC, FileZilla o LibreOffice) y temas. Ten en cuenta que esta imagen duplica el tamaño de descarga en comparación con «Estándar», llegando a 1.6 GB.
Chromium es el navegador principal de Bodhi Linux, y Synaptic ya viene preinstalado para administrar los paquetes. El centro de aplicación de Bodhi es simplemente un enlace a su página principal, y su selección es bastante limitada, por lo que recomiendo obtener todo vía Synaptic, o disparar apt-get en la consola cada vez que sea necesario.
La configuración «Estándar» es definitivamente espartana en comparación con otras distros, pero eso es lo que hace tan interesante a Bodhi Linux: Algunos usuarios no quieren más que la mesa limpia para personalizar al sistema operativo, y la buena noticia es que el Moksha Desktop no se convierte en un obstáculo, sino todo lo contrario.
De más está decirlo, Bodhi Linux no es perfecto. Toda su sección avanzada puede parecer un poco confusa al principio, y al momento de escribir estas líneas, su instalación requiere más de 300 megabytes de updates adicionales, pero eso no es suficiente para disminuir nuestro interés en esta distro. Si tienes un equipo con algunos años sobre los hombros o prefieres experimentar con una máquina virtual, Bodhi Linux merece tu tiempo.
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