Steve Chamberlin es un programador de videojuegos de California que decidió diseñar su propio ordenador desde cero. Utilizando circuitos integrados convencionales, de la popular familia TTL, y más de 1250 trozos de cable, construyó un ordenador de 8 bits completamente funcional, al que llamó Big Mess Of Wires (BMOW). Su “poder de cálculo” es similar al de un Commodore 64 o Sinclair Spectrum, y puede ser programado en BASIC.
Dieciocho meses de trabajo le tomó a Steve Chamberlin convertir un montón de chips TTL (una tecnología que ha estado disponible desde hace unos 30 años) en una CPU de 8 bits. En muchos aspectos, el trabajo de Chamberlin es similar a MyCPU. Dado el carácter experimental del proyecto, Steve no diseñó una placa de circuito impreso como la que utiliza el ordenador que estás usando para leer esto, sino que “cableó” todo con unos alambres de colores conocidos como “Wire Wrapping”. Esta técnica, además de proporcionar las espectaculares fotografías que estás viendo, permite realizar cambios o ajustes muy rápidamente al no necesitar soldaduras.
El ordenador ha sido convenientemente bautizado BMOW, por Big Mess Of Wires, frase que en español significa algo así como “Gran Lío de Cables”. Desde el punto de vista técnico, BMOW es similar a un viejo (pero querido) Sinclair, Atari o Commodore 64. Su procesador es de 8 bits, y posee tres registros de datos (A, X, Y, de 8 bit cada uno) y un bus de direcciones de 24 bits. Es capaz de gestionar un máximo de 16 MB de memoria, aunque Chamberlin ha instalado solo 512 KBytes de RAM y 512 KBytes de ROM.
Diseñar un ordenador es una tarea hercúlea. Por ejemplo, Steve también tuvo que diseñar un subsistema de vídeo para poder interactuar con su CPU. BMOW es capaz de mostrar gráficos de 512×480 píxeles (en modo monocromo) o de 128×240 píxeles con 256 colores sobre un monitor VGA convencional. Para ingresar datos o escribir programas en BASIC utiliza un teclado PS/2, y puede utilizar un modesto display LCD de texto (24 × 2 caracteres) para realizar tareas de depuración.
Steve es un programador, y eso se nota en su proyecto. Ha dotado a su invento de un intérprete BASIC, un sistema operativo y una interfaz USB para intercambiar datos con un PC, todo escrito por él mismo. El “monstruo” está montado sobre un PCB estándar de 12×7 pulgadas (unos 30 x 18 centímetros) sobre el que se han montado los chips y los más de 2500 “pines” de conexión. Estos pines son los que proporcionan el soporte a los 1253 trozos de cable que constituyen las tripas del BMOW.
Chamberlin dice que su trabajo tomó 18 meses en estar terminado. Avanzó a un promedio de unas 25 conexiones por hora, un trabajo manual que, según sus palabras, “fueron una forma de meditación”. Con todo, quizás el trabajo requerido por el hardware no haya sido la tarea más ardua que enfrentó: poner a punto el sistema operativo, el subsistema de vídeo, el procesador de sonido o el intérprete BASIC también le debe haber restado unas cuantas horas de sueño. Como sea, el diseño de BMOW, que hoy muestra orgulloso, se ha convertido en un ordenador completamente funcional, que incluso es capaz de ganarle una partida de ajedrez. “¿Por que lo construí? Simplemente, me pareció divertido hacerlo”, dice Steve.