Pocas dudas le quedan al mundo de que IBM se mantiene a la vanguardia de la computación de alto rendimiento, ya que vemos su tecnología en la mayoría de los superordenadores que alcanzan niveles de procesamiento nunca antes imaginados. La Roadrunner sigue siendo uno de los sistemas más rápidos del planeta. Los planes que IBM tiene para su supersistema Sequoia nos dejaron con la boca abierta. Y ahora, tienen la intención de crear algo "a mitad de camino" en materia de petaflops. El sistema Blue Waters contará con los procesadores avanzados Power7 que IBM presentó en agosto pasado, y se estima que su capacidad pico de procesamiento alcanzará los 10 petaflops. Aunque su rendimiento real se ubicará muy por debajo de ese valor, eso no cambia el hecho de que Blue Waters probablemente se conviertirá en el superordenador más poderoso del planeta.
Una vez más, las mentes maestras de IBM planean darle forma a un nuevo monstruo de la informática. El sistema Roadrunner se ha mantenido como uno de los más poderosos del mundo, hasta que recientemente fue desplazado por el Jaguar de Cray. Sin embargo, los proyectos de IBM en relación con la computación de alto rendimiento podrían dejar mordiendo el polvo tanto a sus sistemas actuales como a los de la competencia. No hace mucho supimos de los planes de IBM y su sistema Sequoia, una bestia que en teoría podría alcanzar los 20 petaflops por segundo. El Roadrunner ha superado actualmente al petaflop, por lo que Sequoia sería unas veinte veces más rápido. Sin embargo, habrá un nuevo superordenador entre ellos dos, con el nombre de Blue Waters. Conectando más de dieciséis mil nodos, el máximo teórico de Blue Waters estaría ubicado en los 16 petaflops, aunque la gente de IBM ha presentado otros datos. El pico máximo de Blue Waters estaría ubicado en los 10 petaflops, y su procesamiento "nominal" sería apenas una décima parte de eso. Obviamente, utilizamos la palabra "apenas" con mucha vergüenza, porque sigue siendo un monstro informático de todas formas.
El alma del sistema Blue Waters estará basada en el nuevo procesador Power7 que IBM lanzará el año entrante, y del que ya hemos hablado aquí en NeoTeo. Estos procesadores pueden poseer hasta un máximo de ocho núcleos, con una capacidad de procesamiento de 32 hilos por chip, y una velocidad de reloj que puede llegar a superar los cuatro gigahertz. Semejante velocidad por procesador también trae al frente el problema de la temperatura, pero la gente de IBM implementará un sistema que, curiosamente, suele utilizarse entre aquellos que realizan overclocking de alto nivel: Agua. De acuerdo a los ingenieros involucrados en el proyecto, los procesadores recibirán refrigeración por agua, lo cual se traduce en una forma muy eficiente de eliminar el calor en esos complejos nodos repletos de hardware.
Hablando de nodos, otro de los grandes logros que probablemente alcance Blue Waters es la velocidad de intercomunicación entre ellos. A velocidad pico, los nodos deberían poder intercambiar unos 192 GB por segundo de datos, con una latencia inferior a un microsegundo. Semejante capacidad de transferencia será muy atractiva para diferentes organizaciones que deseen utilizar a Blue Waters, entre las que obviamente, encontramos a DARPA. Son números que definitivamente asustan, y asombran al mismo tiempo. Los usuarios comunes podemos estar encantados con nuestros sistemas de escritorio, pero para estos superordenadores ya no son un logro, sino un objetivo a superar. Blue Waters debería estar lista durante 2011, y será estacionada en la Universidad de Illinois, que deberá construir todo un complejo especial para recibir al superordenador.