Un grupo de estudiantes de la Universidad de Stanford ha presentado una idea que puede convertirse en un importarte aporte a la industria informática. Se trata de Bloom laptop, un ordenador portable que puede desarmarse en minutos sin emplear herramientas, permitiendo su actualización o reparación. Esta característica contribuirá de forma notable a evitar la rápida obsolescencia que aqueja a este tipo de productos, permitiendo extender su vida útil sin las dificultades que suelen plantear algunos modelos.
Desarmar un producto de alta tecnología no suele ser una tarea fácil. No hace mucho Max me envió su Nintendo DS con una falla, y me tomo un par de horas encontrar la forma y las herramientas adecuadas para poder abrirlo. Tengo en casa el Wii de un amigo que -por error- fue conectado a 220v en lugar de los 110v previstos. Es posible que la consola pueda ser reparada sin problemas -el desperfecto seguramente está en la etapa de alimentación interna– pero aún no consigo el destornillador adecuado para hacer girar los tornillos que Nintendo puso en ese artefacto. Estas situaciones, lejos de ser una excepción, son prácticamente la regla: no es fácil desarmar nuestros cacharros. Y los ordenadores portátiles no son la excepción a esta regla.
Esta dificultad para acceder al interior de un ordenador puede convertirse en un verdadero peligro ecológico. Muchas fallas simples, que podrían ser reparadas por un técnico sin demasiada especialización, quedan sin resolver por no poder acceder al interior de su “cascara”. Una económica ampliación de memoria RAM o el reemplazo de un disco duro que ha quedado pequeño podría hacer que un ordenador siga en servicio durante uno o dos años mas. Pero igual que antes, es casi imposible llevar a cabo esa tarea. Algunos incluso creen que varios fabricantes colocan ese tipo de “trabas” en sus productos para evitar que la gente pueda meter mano en su interior, olvidando que uno ha pagado por ese aparato y tiene derecho a hacer con él lo que le plazca. Afortunadamente, parece que un concepto desarrollado por un grupo de jóvenes alumnos de Stanford puede cambiar este escenario.
Bloom laptop es en realidad un ordenador como cualquier otro, pero que ha sido pensado de forma que desarmarlo sea una tarea realmente simple. Para “despiezar” el Bloom laptop solo hacen falta tus manos. No hay tornillos con ranuras extrañas, ni trabas que debes romper para poder acceder a su interior (impidiendo su posterior armado), ni nada por el estilo. Todo esto hace que las reparaciones o ampliaciones que haya que efectuar durante la vida útil del aparato puedan efectuarse sin problemas. El equipo ha trabajado duro en el desarrollo de este concepto, agregando características que pocas veces se han visto en productos similares. El Bloom laptop permite, por ejemplo, retirar el teclado y/o trackpad de la unidad central y seguir utilizándolos como si nada.
Los estudiantes han ganado un premio ofrecido por Autodesk –utilizaron sus herramientas de diseño en 3D para desarrollar su concepto- y el reconocimiento de la comunidad informática. A pesar de ser una idea simple que obedece al más elemental sentido común, nadie lo había propuesto antes. Solo en Estados Unidos unos dos millones de toneladas de aparatos electrónicos se volvieron obsoletos en 2005. De ellos, solo se reciclaron 350 mil. ¿Cuantas hubiesen sido recicladas si no fuese por la dificultad que entraña abrir estos aparatos? Sin la necesidad de utilizar -a menudo caras- herramientas especiales, este número seguramente sería mucho mayor. ¿No crees?