En la era de la modernidad energética hemos visto vehículos que utilizan todo tipo de combustibles para alimentar sus motores. Unos más elegantes que otros, ciertamente. Hoy presentamos el Volkswagen Bio Bug, un coche que se vende con la poco agradable etiqueta de ser un vehículo que funciona con caca (entre otras lindezas), nada más y nada menos. Imaginamos el olor que deben expeler los gases de escape pero no cantemos derrota tan pronto. La tecnología nos tiene preparas algunas sorpresas para que veamos con otros ojos el prometedor universo de los excrementos como fuente de energía ecológica.
Cuando hablamos de un coche que se alimenta de inmundicias para funcionar se nos viene a la cabeza el DeLorean de Mister Fusión en la película Regreso al futuro. Inevitable recordar al genio loco volcando cubos de basura en el depósito del coche para llenarlo de “combustible” con el que poder realizar sus viajes en el tiempo. Esa imagen se ha convertido en un icono de la caricatura futurista de los avances energéticos. Sin embargo, los ingenieros del grupo GENeco han querido trasladar esa imagen a los medios de comunicación para dotarla de cierto sensacionalismo que haga penetrar la noticia en los lectores con la capacidad de sorpresa agotada ante tanto avance técnico. En realidad, el Volkswagen Escarabajo que han adaptado para sustituir el combustible tradicional por otro basado en la basura, emplea metano, que a su vez se obtiene del tratamiento de los desechos orgánicos en una planta de biogás.
La empresa asegura que el uso de metano obtenido de los desechos humanos no produce ningún tipo de mal olor por el escape del auto ni tampoco hace que los coches movidos por este combustible se diferencien de los tradicionales en cuanto a su comportamiento. Además, según el director de la empresa, Mohammed Saddiq, durante el proceso de generación del biogás se evitaría verter a la atmósfera unas 19 mil toneladas de Dióxido de Carbono, gas sobradamente conocido por su capacidad de generar calentamiento global en el planeta.
La compañía lleva muchos años produciendo biogás en la ciudad de Avonmouth, que usan para generar electricidad usándola para consumo propio y para la exportación a la red eléctrica nacional. Los excedentes de biogás serán aprovechados para el uso del coche que han adaptado en su afán por contribuir al mantenimiento sostenible de la socidad del futuro. La empresa tiene previsto ampliar sus plantas de procesamiento para suministrar metano a varias ciudades del Reino Unido y, conforme se vea la viabilidad de la iniciativa, dedicar gran parte del biogás a estos coches ecológicos.
Las cifras que maneja en responsable de GENeco en cuanto a la eficiencia de la producción de metano basado en los detritus humanos la hacen perfectamente viable para el futuro. Afirma que los desperdicios de 70 hogares son suficientes para generar metano como para mover un coche durante un año, suponiéndole una media de 16.000 kilómetros de uso. Con esto, además, consigue reducir la basura que va a parar a los vertederos y que queda allí sin más utilidad que afear el paisaje y contaminar de podredumbre los alrededores.
De todos modos, al coche aún le falta un poco para ser totalmente ecológico. Incorpora un motor de gasolina convencional que utiliza para arrancar y por si te quedas sin metano. No es que sea un gran inconveniente pero la tendencia debe ser siempre a prescindir de cualquier combustible fósil, máxime cuando el prototipo es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 183 Km/h y una autonomía de 400 Km sin más ayuda que el biogás. En fin, señores, el chiste fácil tiene el terreno abonado con este Volkswagen. Por lo pronto, este modelo podría llamarse perfectamente Escarabajo Pelotero Deluxe .