Como si los conflictos que ha tenido con Windows a lo largo de su vida no hubiesen sido suficientes, Bill Gates enfrenta un conflicto ambiental e internacional por culpa de una mina de oro y plata que posee en la Patagonia. Grupos ecologistas locales han denunciado la contaminación del agua y el peligro que corre el patrimonio arqueológico de la zona.
El fundador de Microsoft posee el 10% de las acciones de la minera Pan American Silver a través del fondo de inversión Cascade Investment, uno de los que se encargan de canalizar sus inversiones personales. Pan American Silver tiene varias minas de oro y plata (con yacimientos en Perú, Bolivia y México), y más de una vez ha sido noticia por las presuntas contaminaciones del suelo y las napas freáticas que se producen como resultado de su actividad. Es que en algunos casos se hace uso de sustancias como el cianuro para separar los minerales útiles de los yacimientos, cuya presencia en el agua la convierte en un líquido absolutamente inviable para el consumo humano.
En localidad Santacruceña de Manantial Espejo, donde se encuentra la “mina de Bill Gates”, la explotación será a cielo abierto y con el uso del cianuro. Esto ha generado el rechazo masivo de los vecinos de la zona. María Laura Petralli, perteneciente a un grupo de vecinos del lugar, cercano al famoso glaciar Perito Moreno, dice que “la mina usará unos 360 mil litros de agua por hora, que nunca se va a recuperar”, a la vez que sostuvo que los metales pesados que acompañan la extracción del oro y plata “genera una gran contaminación de los suelos”.
Esta zona ha sido analizada por los expertos en minería desde 1980 por su potencial contenido de oro y plata. Se encuentra cerca de la frontera con Chile, a unos 160 kilómetros al oeste de San Julián. Los estudios preliminares han determinado que las reservas que explotará Pan American Silver contienen unas 4.000 toneladas de material capaz de proporcionar unos 264 gramos de plata y 4,5 gramos de oro por tonelada. De ser así, la empresa extraería unos 1000 kilos de plata y cuatro kilos y medio de oro. No parece demasiado beneficio teniendo en cuenta el daño ecológico que produciría.
Las obras de infraestructura ya han sido terminadas, y hace dos días que la mina funciona a pleno, periodo en el cual se han extraído unas 10.000 onzas de plata y 230 onzas de oro. Según fuentes del mercado, Pan American Silver tiene otras 65.000 onzas de plata y 1.200 de oro ya extraídas pero aun no procesadas, que serán exportadas en unos días a varios países. Bill Gates es el segundo mayor accionista de la compañía minera, donde también participan otros grupos extranjeros como Merrill Lynch y el banco norteamericano Wachovia. La mina santacruceña es considerada como la octava de mayor tamaño que posee la compañía a nivel mundial.
Uno podría pensar que, frente al riesgo ecológico, Argentina debería impedir que la mina funcionase. Sin embargo, Petralli asegura que “los dirigentes se muestran comprometidos, pero sólo prometen aumentar los controles, jamás prohibirlos. De hecho, cada vez que llega una nueva minera se muestra acompañada por los gobernadores o intendentes de la zona”.
Además de la contaminación, Petralli denunció que se pone en peligro el patrimonio arqueológico de Santa Cruz. “Se ubican minas que van a hacer exploraciones a pocos metros de reliquias que pueden ser destruidas por la fragilidad de las piedras”, concluyó.
Extrañamente, en Argentina en lugar de cobrar impuestos a las empresas extranjeras por el mineral extraído, se les otorga un subsidio económico para que puedan funcionar. Lo que se dice un negocio redondo, al que ni siquiera Bill Gates pudo resistirse.