Bélgica acaba de poner en marcha un muy interesante proyecto. Desde ayer, los trenes que inicien su recorrido en la estación central de Amberes y se dirijan hacia el norte utilizarán durante parte del trayecto la energía eléctrica producida por más de 16 mil paneles solares instalados sobre el techo del túnel. La obra, a la que se refieren como “el túnel del sol”, tiene unos 3.6 kilómetros de longitud y puede generar 3.300 Mwh de electricidad, aproximadamente mil veces más de lo que consume una familia promedio. Se trata de un proyecto pionero en Europa que podría ser replicado en otras ferrovías.
En NeoTeo recibimos este tipo de noticia con alegría. Cualquier proyecto que ayude a reducir el impacto ambiental de la actividad humana es bienvenido, y lo que han hecho los belgas es digno de ser difundido. El día de ayer han inaugurado lo que llaman “el túnel del sol”, un tramo subterráneo de las vías que parten desde la estación central de Amberes hacia el norte cuyo techo ha sido cubierto con paneles solares. A lo largo de unos 3.6 kilómetros se han instalado aproximadamente 16 mil paneles solares, que en conjunto generan unos 3.300 Mwh de electricidad, que los trenes utilizarán para desplazarse.
Los paneles cubren una superficie total de 50 mil metros cuadrados y producen electricidad suficiente como para abastecer el consumo promedio de unas mil familias. Esa energía servirá tanto para hacer funcionar los motores de los trenes de alta velocidad como para abastecer la infraestructura ferroviaria -luminarias, paneles de señalización, etcétera- que el sistema necesita para operar. Steven De Tollenaere, responsable de la sociedad Enfinity, que ha ideado este proyecto, se ha referido a esta obra explicando que “al utilizar la electricidad generada en el mismo lugar por el que se desplaza el tren, evitamos las pérdidas asociadas con el transporte de la energía y ahorramos los costes asociados”. Frédéric Sacré, portavoz de Infrabel, la sociedad que gestiona el sistema ferroviario belga, dice que si bien la cantidad de energía producida es relativamente pequeña y “el túnel del sol” producirá en todo un año solamente la electricidad necesaria como para que los aproximadamente 4.000 trenes belgas circulasen durante nada más que un día, se trata de un buen primer paso. El objetivo final del proyecto es implantar paneles solares en muchos más puntos de la red ferroviaria belga, incluidas las estaciones de tren, para utilizar la menor cantidad posible de energía obtenida por los sucios métodos tradicionales.
El proyecto ha costado 15,7 millones de euros. A la hora de desarrollarlo se eligió este tramo en particular del tendido ferroviario belga por sus características geográficas. El norte de Amberes es una zona llana, ideal para la instalación de los paneles solares. Se trata de un proyecto pionero en Europa que podría ser replicado en otras ferrovías.