La tecnología vestible parece estar siguiendo a rajatabla la línea de los relojes inteligentes y los sensores biométricos. Sin embargo, el diseñador de moda Borre Akkersdijk busca reinterpretar desde cero a este concepto con su BB.Suit, un traje creado usando fibras tejidas en 3D, y que contiene módulos WiFi, GPS, NFC y Bluetooth, convirtiendo al usuario en una especie de access point caminante.
La moda y la tecnología representan a dos universos con una visión bastante particular. Por un lado, la tecnología tiene muchísimo para ofrecer, mientras que la moda tiende a ser muy selectiva con aquello a lo que “deja entrar” en sus dominios. Nos llamó mucho la atención cuando Google Glass apareció en un desfile de Diane von Fürstenberg, pero la historia no se terminó allí. Hemos visto camisetas que transmiten tweets, y con la manifestación del concepto vestible, tecnología y moda comenzaron a encontrar más puntos en común. Aún así, el diseñador Borre Akkersdijk tiene una opinión más radical. Para él, la tecnología vestible no existe. Por el contrario, la tecnología se transporta, y aunque las soluciones actuales de hardware pueden resolver varios problemas, no está seguro de que lo hagan tan bien. En vez de quedarse solamente en la crítica, Akkersdijk decidió desarrollar su propia visión de la tecnología vestible, y el resultado es el traje BB.Suit.
El traje posee WiFi, GPS, soporte NFC, y hasta conectividad Bluetooth. Su prueba de fuego fue durante el último SXSW, transmitiendo su ubicación a través de Google Maps y permitiendo a los músicos presentes cargar un total de 22 temas a una página especial que usaba al propio traje como punto de acceso (los temas aún están disponibles, pero la velocidad de acceso es muy baja). Otro aspecto que busca explorar el BB.Suit es el de la interfaz de usuario. En vez de anclar su funcionalidad a una pantalla, algo tan sencillo como cruzarse de piernas o rascarse podría transformarse en un comando. Claro que, todavía quedan muchos detalles por resolver, ante de llegar a eso. La parte más complicada no fue la impresión 3D (Akkersdijk ha trabajado con tejidos tridimensionales durante años) sino encontrar la manera de ocultar baterías, placas, sensores, actuadores y cables.
Esto obliga a asumir ciertos compromisos en el diseño del BB.Suit. Usar dos capas de algodón ayudó en gran medida a esconder todos los componentes, pero convierte al traje en algo que no te gustaría usar en verano. Al mismo tiempo, no debemos olvidar que se trata de ropa, la cual necesita ser lavada de vez en cuando, y tanto los circuitos como los cables de cobre deberán ser protegidos apropiadamente, sin quebrar ni cortar nada. En lo personal, creo que es una muy buena idea ir más allá de relojes y sensores para descubrir otras facetas de la tecnología vestible… pero también creo que el traje es muy feo.
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