Trabajar sobre el código de un programa, actualizarlo y remover sus errores, implementar nuevas ideas y mejorar las ya existentes, es un trabajo mucho más arduo de lo que podemos imaginar. Un desarrollador no solo tiene que lidiar con todo esto, sino que debe coordinar y unificar las diferentes versiones y revisiones de su código. En proyectos más grandes, esto se expande a varios desarrolladores, cada uno de ellos trabajando en una porción de código, e implementándolo sobre el código original. Para que todo esto no termine en un caos, los desarrolladores cuentan con herramientas especiales que les permiten mantener un poco de orden. Entre ellas figura el sistema de control de versiones, y Bazaar es uno de esos sistemas.
En términos sencillos, Bazaar hace de la colaboración una acción mucho más fácil de llevar a cabo. Rastrea los cambios y ajustes que pueden realizar uno o más desarrolladores sobre determinado software (no es necesario que se trate exclusivamente de código fuente, sino que puede ser otra clase de desarrollo), y a medida que esos cambios son implementados, crea instancias que permiten a los desarrolladores volver atrás en caso de que sea necesario. Además, el trabajo de cada uno de los desarrolladores puede ser fusionado sin mayores inconvenientes gracias a Bazaar.
Como es de esperarse en el mundo del código abierto, existen otras alternativas que realizan un trabajo similar a Bazaar. Sin embargo, en el sitio oficial intentan explicarle a los interesados por qué deberían escoger Bazaar sobre otros sistemas de control de revisiones. Entre las comparaciones puede encontrarse a Git, el sistema que fue creado por nada menos que Linus Torvalds, ante la necesidad de cubrir ciertas demandas que las opciones comerciales no contemplaban. Entre el listado de razones, están el soporte para plataformas Windows, y el hecho de que sea mucho más sencillo de manejar (según sus creadores, claro).
Ahora, ¿qué más puede influenciar a un desarrollador de abandonar su sistema de control actual para pasarse a Bazaar? Tal vez saber que la mente maestra detrás de Bazaar no es otra que Canonical, quien desarrolla actualmente lo que para muchos es la distro de Linux más popular del momento: Ubuntu Linux. Pero suele suceder que cuando un desarrollador se acostumbra a sus herramientas de trabajo, las sigue utilizando más allá de algún defecto que pueda tener, y cualquier período de transición es mucho más prolongado. Como todas las utilidades de esta clase, Bazaar está especialmente orientada a desarrolladores, y tiene poco valor para el usuario final. Pero es una demostración más de que el código abierto puede presentar múltiples opciones que compitan entre sí, y que al mismo tiempo logran convivir.