Un desarrollo cientifico basado en la orína como generadora de energía condensada en una batería. No, no es la heroína nueva de Batman, así se podría bautizar a una creación del IBN de Singapur, que a base de papel y químicos ha creado una pequeña batería, de sencilla producción que tiene como particular fuente de energía la orina. Su desarrollo iniciado para hacer tests para detectar enfermedades como la diabetes, ha tenido su llamativa función de poder generar energía para, en caso de emergencia, recargar teléfonos móviles. Este es otro de los biochips descartables, ya que su prototipo se basa en papel de clorhidrato de cobre cubierto por capas de magnesio y cobre, con dimensiones que no sobrepasan las de una tarjeta de crédito dará mas de una satisfacción. EN diversas pruebas, la bateria ha generado un voltaje de 1,5 vatios con 0,2 ml de orina. La creacion toma vuelo cuando se piensa en las notebook o iPods. ¿Que diría Edison?