Los niveles de desperdicio que registra el mundo occidental no son ninguna novedad, y afectan a todos los mercados, incluyendo el informático. De acuerdo a un trabajo publicado por IBM, el 70 por ciento de las baterías en ordenadores portátiles que se descartan anualmente porque el usuario cree que están agotadas, en realidad conservan una capacidad que podría encender a una luz LED por cuatro horas al día, durante un año.
Creo que estamos todos de acuerdo al pensar que la obsolescencia programada está fuera de control, y que la acumulación de basura electrónica es cada vez más alta debido a la ausencia de compromisos reales a corto y largo plazo. Obviamente existen campañas de reciclaje, voluntarias y remuneradas, pero todas esas iniciativas siempre tendrán un alcance limitado sin un respaldo contundente de autoridades y compañías privadas. A esto también se suman los errores generales del usuario cuando determina que una pieza, componente o equipo ha llegado al final de su vida útil. El caso de las baterías es muy particular. Si una batería de ordenador portátil pierde una hora de rendimiento a través de un año, en la mente del usuario ya está agotada y necesita un reemplazo.
De acuerdo a IBM, esa batería puede hacer mucho más, comenzando por brindar iluminación LED en regiones que no tienen acceso a la red tradicional de energía eléctrica, ya sea por una cuestión de costos, o de falta de infraestructura a nivel local. Si obedecemos a las palabras de Vikas Chandan, líder del proyecto, en una configuración panel solar – batería – luz LED, la batería es el componente más costoso, pero al aplicar baterías de sistemas portátiles descartadas, ese componente viene de lo que podría haber sido un cesto de basura. El procedimiento es bien conocido entre nosotros: Las baterías descartadas se abren, y de ellas extraen las celdas funcionales, para luego combinarlas en nuevos paquetes con un circuito que evita sobrecargas y sobrecalentamiento. La prueba piloto involucró a cinco residentes de la ciudad de Bangalore, y luego de tres meses, sus únicos requerimientos fueron la necesidad de luces más brillantes, y cables que puedan “resistir” el interés de las ratas. Fuera de eso, los packs funcionaron a la perfección.
De ningún modo IBM está viendo a esto como un potencial negocio, sino todo lo contrario: Cree que la tecnología debería ser distribuida gratuitamente en regiones que carecen de electricidad. El contraste de los números es perturbador: La Agencia de Protección Ambiental reporta que en los Estados Unidos se descartan 50 millones de ordenadores por año, muchos de ellos portátiles con sus baterías intactas. Al otro lado del mundo, India tiene 400 millones de habitantes sin electricidad. Todavía quedan muchos puentes por crear.
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