Se supone que bajo circunstancias normales una batería simplemente se agota y necesita un reemplazo, pero hay ocasiones en las que somos traicionados por esta tecnología, y sus consecuencias son… llameantes, por así decirlo. Poco se puede hacer con un dispositivo incendiado, sin embargo, el término medio es una batería que despide electrolito, y requiere nuestra intervención inmediata. Por suerte, las pérdidas de las baterías no son tan difíciles de limpiar, y con un poco de suerte, es posible detectarlas antes de que arruinen al aparato.
Desde aquellos explosivos problemas que han tenido en el pasado, creo que hoy estamos más atentos al comportamiento de nuestras baterías, especialmente aquellas con tecnología de iones de litio. El carácter explosivo de estas baterías les da un perfil mucho más mediático, pero lo cierto es que sus alternativas tampoco son perfectas. La corrosión de las baterías alcalinas es implacable, y las unidades basadas en ácido se pueden comer cualquier cosa en su camino si no las vigilamos de cerca. La buena noticia es que en la mayoría de los casos podemos limpiar los derrames de forma relativamente segura. Todo comienza con la correcta identificación de la batería, y el acceso a materiales básicos, de muy bajo costo.
Cómo limpiar baterías alcalinas
Las baterías alcalinas suelen ser consideradas las más estables del mercado, pero nunca falta un mando a distancia o un juguete arruinado por baterías que nos olvidamos de retirar. Cada proceso de limpieza busca la neutralización de los fluidos, por lo tanto, la corrosión en las baterías alcalinas (causada por la fuga de hidróxido de potasio) requiere un ácido.
Para limpiar baterías alcalinas los candidatos ideales para esta tarea son el vinagre y el jugo de limón. En incidentes menores, un hisopo mojado con vinagre debería ser más que suficiente para neutralizar el electrolito, limpiar el compartimento de las baterías y los contactos.
En cambio, si la corrosión ha hecho un daño considerable sobre los contactos, necesitaremos una restauración más profunda (combinando vinagre con un material abrasivo, como papel de lija), o el reemplazo definitivo del dispositivo. A pesar de lo que indican otras guías, las baterías de níquel-cadmio y níquel-metal hidruro poseen un electrolito alcalino, y también se limpian con vinagre. La diferencia es que demandan una manipulación más cuidadosa. El cadmio es muy conocido por su toxicidad, y se recomienda usar guantes para evitar el contacto con la piel.
Cómo limpiar baterías de plomo
En la otra acera aparecen las baterías de plomo, similares a las que encontramos en cualquier coche. Las luces de emergencia y los sistemas de energía ininterrumpida (UPS) dependen de esta química, y aunque en general sus baterías son selladas, la posibilidad de un derrame nunca desaparece por completo.
El electrolito de estas baterías es dominado por el ácido sulfúrico, y a la hora de neutralizarlo, nuestro aliado principal es el bicarbonato de sodio. En lo personal he tenido mucho éxito con soluciones al 10 o 20 por ciento, y la idea es repetir el proceso hasta que no veamos reacciones. Paciencia, esto no es una carrera.
¿Y las baterías de litio?
Finalmente llegamos al litio. Debo confesar que jamás observé a una batería de iones de litio con una fuga, y las imágenes que podemos apreciar aquí las muestran hinchadas por la acumulación de gas. En el primer caso, la sugerencia para limpiar el electrolito (basado en sales de litio y algún disolvente orgánico) es un trozo de algodón o una tela de ese material, apenas húmedo con agua destilada.
Ahora, si la batería está hinchada, necesitamos tener mucho cuidado al momento de retirarla. Bajo ninguna circunstancia deben ser pinchadas, no importa qué tan grande sea la tentación. El único destino de una batería en esas condiciones es el centro de reciclado, y aún allí son peligrosas. No arrojes la batería en un cesto, y advierte a los responsables que la batería tiene gas acumulado. ¿Por qué? Simple: La batería se ha convertido en un riesgo de explosión e incendio.
En resumen
Casi todo el daño causado por baterías en mal estado puede ser reparado con una buena limpieza y un reemplazo adecuado, y por lejos, las baterías de iones de litio son las que más atención al detalle requieren. Para finalizar, la mayoría de las baterías alcalinas no recargables se arrojan con la basura tradicional (salvo que la propia batería indique lo contrario), pero todas las demás necesitan ser descartadas de forma especial. ¡Buena suerte!