Ya hemos visto baterías muy delgadas, algunas de ellas construidas con celulosa. Pero esta, desarrollada por científicos de la Facultad de Ciencia y Tecnología de Universidad de Nueva Lisboa (CENIMAT), en Portugal, se destaca de las demás por ser la primera de su tipo que puede almacenar energía a partir de la humedad ambiente. Sus creadores piensan que esta tecnología puede dar lugar a una nueva generación de dispositivos -tablets, móviles y reproductores de música, entre otros- mucho más livianos y baratos.
En los últimos años hemos asistido al desarrollo de baterías que basan su funcionamiento en los principios y materiales más extraños. Modelos construidos con algas, basados en azúcar, que se recargan con orina, de nanotubos de carbono, otras que se recargan a partir de vibraciones, y muchos modelos más, todos igualmente sorprendentes. Sin embargo, aún es posible encontrar nuevas formas de construir baterías: Elvira Fortunato y Rodrigo Martins, dos científicos de la Facultad de Ciencia y Tecnología de Universidad de Nueva Lisboa (CENIMAT), en Portugal, han puesto a punto un increíble modelo de batería de papel, que almacenan energía a partir de la humedad. Según estos dos científicos, estas delgadas baterías podrán ser empleadas para alimentar dispositivos como tablets, teléfonos móviles, reproductores de medios, GPS y otros, convirtiéndolos en modelos más ecológicos, livianos y baratos.Como suele ocurrir en estos casos, y hasta que no se haya obtenido una patente que proteja a los desarrolladores de aquellos que seguramente intentarán copiar el invento, no es mucho lo que se ha explicado sobre el principio de funcionamiento de estas baterías.
Los científicos del CENIMAT dicen que pueden autocargarse a partir del vapor de agua que normalmente existe en el aire, siempre que la “humedad relativa” del ambiente -ese valor que suele formar parte de los informes meteorológicos juntos a la temperatura e intensidad del viento- sea mayor al 40%. Este es un valor común en zonas costeras o tropicales, pero si vives en una región semidesértica cuyos valores de humedad relativa son muy bajos, puedes recargar estas baterías simplemente llevándolas al cuarto de baño cuando tomas una ducha con agua bien caliente (lo que genera mucho vapor) o acercándolas a una tetera o cualquier otra fuente de vapor. En el CENIMAT también se está trabajando duro para crear “biobaterías”, dispositivos capaces de almacenar energía eléctrica que utilizan el agua presente en los diversos fluidos que posee el cuerpo humano para recargarse. Cuando estén listas, estas baterías podrían reemplazar las que se utilizan en equipos médicos, como los marcapasos.