Millones de personas en todo el mundo asisten fanatizadas a alguna de las series de televisión, viendo televisión. Otras, utilizan el Internet. Y ahora……Y ahora los ejecutivos de las principales cadenas televisivas de los Estados Unidos y Europa se preguntan cómo sobrevivir al reinado de Internet. Ellos intentan recuperar una audiencia que poco a poco parece migrar a la gran red de redes, dejando abandonado al aparato de televisión como se deja a un perro sin dueño.
Y es que Internet es una fuente de prodigios: todo está allí, listo para que cualquiera con un poco de habilidad y desfachatez se “baje” cualquier cosa, desde música hasta películas, y desde hace unos pocos años el nuevo éxito en materia de descargas ilegales: las series de televisión.
Cualquiera usando una red de BitTorrent o similar puede conseguir todos los capítulos de sus series favoritas y verlos sin depender del horario que imponen los ratings de las mayores cadenas televisivas. Los grandes “shows” como les dicen los americanos, como Perdidos, Héroes, CSI: Miami, Battlestar Galactica, Amas de Casa Desesperadas y muchos otros se ofrecen por medio de la comunidad de usuarios de Internet.
Esto ha provocado, desde luego, que los directivos de las televisoras entren en pánico. Sienten que están tras los mismos pasos de la industria discográfica y del cine. Las pérdidas son millonarias al tener cada vez menos telespectadores y, por tanto, menos anunciantes interesados en poner su dinero.
Pero no todo está perdido: Un estudio de tendencias en los Estados Unidos indicó, para sorpresa de todos, que los telespectadores se están volcando en todo el mundo a un mercado compuesto. No es que dejan de mirar TV, sino que descargan capítulos de sus series preferidas para verlos en… ¡un HDTV! Es decir que no abandonan sus aparatos de televisión, lo que en verdad están dejando de lado es la rigidez de los horarios. Al tener los capítulos en su disco duro, los ven cuando quieren y las veces que quieren. De modo que la demografía de telespectadores no se está reduciendo como temían los ejecutivos de la industria, está creciendo mucho más porque la población de la red es más grande que cualquier país: es la sumatoria de todos juntos.
De manera que la banda ancha parece a punto de hacer justo lo contrario a lo que se temía: podría salvar al mercado de las series de televisión si se ofrece una manera sencilla de descargar los capítulos (a bajo precio, claro). Muchos se sacudirán de encima la manera tradicional de mirar TV, pero muchos más se sumarán a la nueva tendencia y si el precio es atractivo no dudarán en descargar legalmente lo que quieren ver. Empresas como Apple y Sony ya están experimentando algunos éxitos en este sentido al ofrecer a sus clientes películas y videoclips para descargar al iPod y el PSP.
Las grandes compañías comienzan a sentirse más aliviadas. Lo que están perdiendo en anunciantes podrían compensarlo, e incluso superarlo, ofreciendo contenidos descargables vía Internet a bajo precio. En la cantidad está la ganancia.
Parece que el futuro del entretenimiento pertenece al Internet. Y cuando no puedes con el enemigo, ya lo sabes, es mejor sumársele.