En pocas palabras: el troll no busca (necesariamente) la reacción de aquel al que trolea, sino crear una bola de odio y rencor, que arrastrará a todos los que participen de sus debates tóxicos. Una verdadera reacción en cadena para así contagiar su desprecio por la humanidad a todos y cada uno de los que formen parte de su macabro plan. ¡No te dejes corromper por las maquinaciones del troll! ¡Aquí te contamos cómo!
La temporada número 20 de South Park, es una joyita. A grandes rasgos, trata sobre la carrera electoral por la presidencia de los Estados Unidos, con la posterior victoria de Trump (interpretado por Mr. Garrison), así también como de la guerra virtual entre los “politicamente correctos” y los trolls de siempre, que solo quieren ver al mundo arder. No te quiero arruinar la historia, en caso de que no la hayas visto, por eso pasaremos directamente a uno de los segmentos destacados del capítulo 10 de la temporada (llamado The End of Serialization as We Know It): El Axioma de Trevor, que se detalla a continuación.
“El Axioma de Trevor es una conocida ecuación de troleo online. Es una manera en la que una sola persona puede crear una reacción masiva en Internet. Funciona así: la persona A trolea a la persona B. Pero no se trata de la persona B. El troll está tratando de apretar botones para lograr la reacción de cientos, eventualmente creando a la persona C, cuya sobrerreacción, santurronería e hipocresía provocará las reacciones de las personas de la D a la F; quienes no eran trolls, pero que no pueden evitar trolear a la persona C. A sus reacciones les siguen las escandalizadas reacciones de las personas que van de la G a la N y así sigue, generando una cantidad masiva de energía. Es como una reacción de fisión a la que le sigue una explosión de fusión, todo trayendo lo peor de la humanidad.” ¡Impecable!
En otras palabras, lo que enuncia el Axioma de Trevor, según South Park, es simple: los trolls no buscan insultar a una persona en sí, pues eso sería demasiado poco, sino sembrar la semilla de la discordia de manera estratégica, para finalmente lograr una bola inabarcable -y con mente propia- de caca, odio y mocos. Esa semilla no necesariamente tiene que venir en forma de insulto u ofensa, pero sí está pensada para generar la reacción demasiado santurrona e hipócrita de uno o más usuarios, llamando así a otras personas (que usualmente no son trolls) a trolear a esos usuarios por su sobrerreacción; y así sucesivamente.
De esta forma, y con un mínimo esfuerzo, el troll logra multiplicar exponencialmente sus esfuerzos, infestando mentes cual virus, terciarizando su guerra, y logrando que todos terminemos enojados con todo el resto del mundo, sembrando desesperanza, desprecio y resignación entre los mortales.
Pero no te preocupes, la vacuna ya está aplicada: ahora que ya sabes cómo operan los trolls, eres (casi) inmune a sus malvados planes. Usa este conocimiento sabiamente y recuerda que la mejor forma de combatir al monstruo sigue siendo no alimentarlo, como dice el viejo y siempre válido adagio web. Además, amigo, piénsalo de esta manera: ningún problema que valga la pena solucionar, se va a resolver insultando o corrigiendo personas anónimas en Internet, participando de debates tóxicos.
Siendo parte del juego del troll (tanto de un extremo, como del otro) solo lograrás ser un eslabón más en esa cadena de odio con la que nosotros mismos nos mantenemos cautivos, permitiendo así que los verdaderos villanos (como Mr. Garrison, en este caso) se salgan con la suya. ¡No seas cómplice de la misantropía!