Los juegos de aventura no siempre estuvieron cubiertos de gráficos fabulosos o el “glamour” que caracteriza a los títulos modernos. En una época jugábamos con apenas cuatro colores, con dos, o directamente con una pantalla repleta de texto. Podíamos estar horas tratando de determinar qué sentencia era la adecuada para avanzar en el juego, pero lo más importante, era que al juego lo imaginábamos nosotros. Antes, con una pantalla de fósforo verde era suficiente, ¿pero qué te parecería jugar algo así sobre una máquina de escribir que pulsa las teclas por sí sola?
“Despiertas con un sobresalto, sólo para descubrir que tienes un dolor de cabeza infernal. Aunque la habitación está completamente a oscuras, las punzadas de dolor te hacen ver al negro profundo con una capa de tinte rojo. Sabes que debes hacer algo al respecto, pero no puedes pensar con claridad. Estás sobre la cama, y te sientes destruido.” Estas palabras son apenas una pálida imitación de lo que cualquier jugador en la década de los ’80 podía encontrar en una aventura basada en texto.
Algunas explicaciones eran muy crípticas, y los errores estaban a la vuelta de la esquina, pero la sensación de logro era impresionante cuando se encontraba el camino correcto. Al mismo tiempo, algunos juegos obligaban a utilizar una sintaxis perfecta, lo que incrementaba la práctica con el teclado. Ahora, los juegos son muy directos, y poseen gráficos por todos lados, pero la onda “retro” siempre se hace un lugar, especialmente con proyectos fabulosos como este.
En vez de cargar un viejo ordenador con uno de estos juegos, Jonathan Guberman y Jim Munroe llevaron el “retro-juego” aún más atrás: Modificaron una máquina de escribir para que presente el texto. Conociendo solamente este detalle, cualquiera puede pensar en uno de los clásicos “teletipos” que escribían solos, pero esta máquina es diferente, ya que uno puede ver como las teclas se presionan solas. Como si eso fuera poco, la Automatypewriter puede detectar el texto que ingresa el usuario, y responder de acuerdo a ese texto, lo cual la convierte en toda una plataforma interactiva para aventuras de texto. Una combinación de solenoides, hilo de pesca, un software especial y una dosis masiva de paciencia hicieron posible este proyecto, y todas las instrucciones están disponibles para recrearlo.
De acuerdo a su sitio oficial, la máquina de escribir no fue modificada de forma permanente, y por lo que hemos podido observar, los planos pueden ser adaptados a casi cualquier máquina. ¿Cuál es el juego? Nada menos que Zork, uno de los primeros títulos en este género, que inspiró varias secuelas y otros proyectos similares. Las máquinas de escribir son verdaderas piezas de museo en estos días, pero si por alguna casualidad todavía conservas una, ya sabes qué puedes hacer con ella. Como alternativa, también es posible convertirla en un teclado USB, y hay varios puntos entre ambos proyectos que están relacionados. Máquina interactiva o “teclado steampunk”, cualquiera de las dos cosas es muy tentadora.
