Todos aquellos que siguen de cerca a la retrocomputación (o retroinformática) conocen bien el placer que causa mantener activos a esos viejos sistemas, pero también saben cuáles son los mayores desafíos a superar. Por ejemplo: ¿Cuántos discos floppy aún conservas de tu viejo ordenador? O mejor aún, ¿qué estás dispuesto a hacer para preservarlos? Alguien llevó esta idea al extremo, planeando un respaldo de sus cinco mil discos de Amiga gracias a un viejo sistema de duplicación de discos transformado en auto-cargador que introduce, copia, y fotografía cada disco antes de hacerlo a un lado.
Todavía conservo algunos discos de 5.25 pulgadas de mi Commodore 128D (cuyo teclado sigue esperando un poco de cariño, algunas horas de dedicación, y una tecla de repuesto). Lamentablemente no puedo decir mucho sobre la integridad de los datos, debido a que esos discos no han sido leídos en años, pero en teoría aún debería ser capaz de extraerlos de allí, aunque no doy garantías. Claro que, mi caso es irrelevante, ya que debo poseer menos de una docena de esos discos. Aún así, hay entusiastas que todavía conservan una enorme cantidad de discos floppy, y como ya saben muy bien, el tiempo es un enemigo paciente e implacable para ese medio de almacenamiento. Hay mucho software disponible en la Web, y diferentes métodos para hacer que esos viejos ordenadores lo lean nuevamente, ¿pero qué se puede hacer cuando lo que deseas es respaldar?
No un disco, ni una docena. Cinco mil discos de Commodore Amiga, esperando a que su dueño reúna valor para comenzar el proceso. SUn sujeto al que se lo conoce por “Dweller” decidió tomar un atajo, y uno muy colorido. Encontró un viejo sistema duplicador de discos floppy en eBay, al cual le reemplazó el controlador principal con un Arduino, un controlador de motores y una unidad KyroFlux para respaldar discos floppy. Un poco de trabajo en madera, un solenoide y una cámara conectada, convirtieron una pieza de tecnología lista para el desarmadero en un auto-cargador de discos floppy. Tanto la teoría como el primer prototipo del auto-cargador fueron desarrollados sobre partes de Lego Mindstorms, pero el resultado fue muy inferior al esperado.
A una velocidad de cuatro minutos por disco y un tamaño de respaldo que excede ampliamente la capacidad original de los discos (el proceso también guarda información adicional, como aquella relacionada con protecciones anti-copia), al auto-cargador tiene varios días por delante respaldando, fotografiando y descartando discos. A pesar de la demora, “Dweller” ha logrado lo que para muchos sería algo imposible: Automatizar el respaldo de miles de discos de Amiga. Definitivamente se trata de una máquina única, ya que obtener las partes para crear una igual debe ser extremadamente difícil, pero todo vale si la idea es eternizar a los discos de una impresionante plataforma como fue (perdón, “es”) la Commodore Amiga.