Cuando se habla sobre autismo, los elementos principales que se mencionan sobre este desorden son las fallas en comunicación e interacción social, y el comportamiento compulsivo, pero también están las alteraciones sensoriales. Un ruido perfectamente tolerable para nosotros puede ser una fuente de caos interminable para un autista, y en un intento por ayudarnos a percibir y entender esto, se creó el simulador llamado Auti-Sim, que presenta un entorno de hipersensibilidad sensorial basado en un parque con niños jugando.
Uno de los puntos que caracteriza al autismo es la falta de consenso, incluso entre expertos altamente calificados. Usualmente se utiliza el término “desorden”, no faltan quienes lo califican como enfermedad, y también están los que creen que no es ni una cosa ni la otra. La cantidad de información disponible es impresionante, pero eso no cambia el hecho de que no podemos saber qué pasa por la mente de un autista, o cómo percibe el mundo. Lo que sí podemos tener es una referencia, una idea básica ante una situación de sobrecarga sensorial. Algo tan sencillo como pasear en un parque o entrar en un supermercado puede convertirse en un bombardeo terrible, sin que se pueda hacer otra cosa más que alejarse de la fuente.
Eso es exactamente lo que nos intenta enseñar Auti-Sim, identificado como un “simulador de hipersensibilidad sensorial”. No hay puntos, misiones o monstruos a vencer, sino que Auti-Sim representa una “caja de arena” en la que el jugador recorre un parque virtual y es sometido a sonidos amplificados. Cuanto más fuerte es el sonido, también resulta más evidente la distorsión visual, y la única solución aparente para corregir la situación es alejarse de los niños que están jugando. El simulador fue desarrollado en un período de doce horas por Taylan Kay, durante el Hacking Health Vancouver 2013 que se llevó a cabo a finales de febrero.
El acceso al simulador es completamente gratuito, y el único requerimiento técnico es la instalación del plugin Unity. En la Web ya existen otros vídeos que buscan “simular” esta clase de hipersensibilidad sensorial, pero Auti-Sim también ayuda a cambiar nuestra perspectiva. El autor reconoce que probablemente nunca sepamos con exactitud la manera en la que un autista percibe el mundo, pero no quedan dudas de que tanto el vídeo como el simulador en sí son extremadamente incómodos, y ambos nos enseñan humildad y paciencia.
