El mundo del hardware se hace preguntas constantemente, pero una de las más importantes es qué tan bajo puede llegar a ser el consumo de energía. Si bien no está nada mal hablar de un par de vatios en smartphones y tablets, la llamada «Internet de la Cosas» requiere diseños que trabajen durante meses, o por qué no años, con una sola batería. La gente de Atmel planea llevar esta idea al extremo a través de su nuevo controlador SAM L21, que funciona más de diez años con una única carga.
Si te agrada la electrónica o tienes cierta preferencia por los proyectos DIY, tarde o temprano te cruzarás en el camino con algunos microcontroladores. Decir «Arduino» en estos días invoca cierto perfil genérico, y se debe a que cada uno de sus modelos utiliza diferentes chips. En lo personal me inclino a favor del ATmega32U4, muy popular para convertir protocolos en teclados antiguos, pero ese es apenas uno de tantos usos. Con el avance de la «Internet de las cosas», colocar chips en lugares inusuales representa un desafío enorme, no tanto por el tamaño, sino por cuestiones de energía. Nadie quiere subir a una escalera cada seis meses para cambiar la batería interna en una lámpara inteligente, o utilizar sensores que devoran pilas como si fueran golosinas. Los controladores deben consumir menos, y hacia allí se dirige la gente de Atmel, con su nueva serie SAM L21.
La demo que realizó Atmel durante el último CES fue impresionante. Convertir a uno de estos chips en un transmisor AM alimentado por el calor del cuerpo humano asombró a más de uno, pero si observamos de cerca las especificaciones podemos comprobar que la compañía ha ingresado en una categoría diferente. La mayoría de los microcontroladores necesitan entre 120 y 160 microamperios por MHz para funcionar correctamente, pero el SAM L21 recorta esos números hasta alcanzar un piso de 35 microamperios por MHz en modo activo, y menos de 200 nanoamperios cuando ingresa en modos similares a la hibernación. Si interpretamos esto en duración de batería, Atmel indica que puede extenderse más allá de los diez años, siempre y cuando posea la capacidad adecuada.
Tal y como lo mencionamos en el título, el Atmel SAM L21 utiliza tecnología ARM, un núcleo Cortex-M0+ para ser precisos, cuya frecuencia se eleva a 48 MHz. Su memoria Flash es de 256 kilobytes, está acompañada por un máximo de 40 kilobytes de SRAM (varía según el modelo), y también existe un módulo adicional de 8 kilobytes que opera en los modos más bajos de consumo. Ahora… para los que deseen conocer el voltaje operativo del SAM L21, Atmel ha dejado a un lado ese dato en el anuncio general, pero el PDF con la hoja de datos completa (enlace más abajo) indica entre 1.62 y 3.63 voltios. El potencial de un producto como el Atmel SAM L21 es gigantesco. Estoy seguro de que muchos desarrolladores están imaginando formas novedosas de alimentar al chip, y en ese aspecto ya hay buenas noticias: El kit de evaluación Xplained Pro se encuentra disponible, con un precio de 54 dólares.
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