La IFA 2015 finaliza mañana, pero aún tiene varias novedades bajo sus alas. El movimiento de los ordenadores portátiles para juegos continúa redoblando la apuesta con especificaciones tan altas que requieren complejas modificaciones sobre ese formato, y el último ejemplo es el sistema Asus GX700. Esta bestia posee uno de los últimos chips Skylake de alto rendimiento, 64 gigabytes de RAM, y una plataforma de refrigeración líquida para incrementar su rendimiento hasta un 80 por ciento.
Portátiles para jugar. La idea no es descabellada, pero siempre ha demandado algún que otro compromiso. Peso, batería, throttling sobre el hardware, limitaciones en los periféricos… la lista sigue. Los entusiastas del hardware escapan a esto ensamblando sus propios sistemas, sin embargo, existe cierto atractivo en la posibilidad de eliminar las grandes torres junto al monitor, y no sacrificar rendimiento. A principios de este año hablamos sobre el MSI GT80 Titan, un portátil con gráficos Nvidia en modo SLI y teclado mecánico incorporado. Los parámetros de ese ordenador ya nos parecen escandalosos, pero si hay algo que puede hacer el mercado gamer es superarse a sí mismo, y aprovechando la oportunidad que ofrece la convención IFA 2015, Asus decidió arrojar la cordura por la ventana con su nuevo GX700.
Antes que nada… ¿qué es esa cosa en la parte de atrás? La «joroba» o «mochila» es sin lugar a dudas el aspecto más llamativo del GX700. Se trata de una base especial con un sistema integrado de refrigeración líquida. Cuando el ordenador no está conectado a la base, se activa una serie de límites en el hardware para evitar cualquier problema de calor, pero una vez que la refrigeración líquida entra en línea, Asus indica que el salto en el rendimiento puede llegar al 80 por ciento. Si obedecemos a la información disponible, el GX700 viene con un procesador Intel Core i7-6820HK basado en la arquitectura Skylake (4 núcleos, 8 hilos, 2.7 GHz, 3.6 GHz en modo Turbo), unos escalofriantes 64 GB de RAM (se asumen en DDR4, el máximo que puede direccionar el procesador), y un chip de vídeo Nvidia con 2.048 núcleos CUDA, cuyo modelo exacto no ha trascendido aún.
El plan de Asus es colocar al GX700 en las estanterías antes de fin de año, pero no se sabe nada aún sobre su precio. Si el GT80 Titan roza los cuatro mil dólares en su configuración más avanzada, algo me dice que no sería tan extraño ver al GX700 mil dólares por arriba de eso. La verdadera pregunta es si vale la pena algo así. Cuando un ordenador portátil necesita tomar elementos de los sistemas de escritorio para incrementar su rendimiento, da la sensación de que está combatiendo contra su propia naturaleza. ¿Tú que piensas? Los comentarios están abiertos.
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