Después del famoso «Voy a meter la cabeza en un microondas con cemento» y los retos de YouTube que le dan una nueva dimensión a la estupidez humana, llega «colocar el rostro junto a un motor de reacción»… o tal vez no. En realidad, lo que hacen en el canal The Hacksmith es explorar la posibilidad de volar igual que Iron Man, y para ello terminaron adquiriendo un motor de reacción. Como prueba de seguridad, decidieron poner una cabeza de látex en la parte posterior…
La obsesión de YouTube y de algunos proyectos privados con Iron Man está muy bien documentada. La idea de volar al «estilo Tony Stark» es demasiado tentadora, y eso ha llevado a la creación de alternativas como el traje Daedalus que vimos en abril del año pasado. Más allá de las inevitables limitaciones técnicas, el problema fundamental detrás de estas iniciativas es que existen demasiadas formas de terminar muerto. El plan del canal The Hacksmith para evitar ese destino es diseñar una solución híbrida que combina ventiladores tubulares eléctricos de alta potencia, y motores de reacción.
Como no podía ser de otra manera, si alguien obtiene acceso a un motor de reacción que eleva su temperatura a cientos de grados Celsius (mínimo) y devora litros de combustible en cuestión de segundos, lo primero que debe hacer es quemar cosas, y en The Hacksmith utilizaron como sacrificio a una muy maltratada cabeza de látex, que ya había sido víctima de varios disparos con una ballesta. En menos de tres segundos, el rostro fue reducido hasta llegar a su hueso falso, y el simple hecho de imaginar el olor a látex quemado me cierra la nariz y la garganta. Después usaron otra cabeza de poliestireno extruido, que desapareció aún más rápido.
Para finalizar su «prueba de seguridad», intentaron cocinar una salchicha. El motor cumplió con ese objetivo, pero también se encargó de que la salchicha salga volando en varios pedazos. El siguiente paso de The Hacksmith probablemente sea adquirir dos o tres más de esos motores.