Dicen que la necesidad es la madre de la invención, o dependiendo de la región, que también tiene cara de hereje. De un modo u otro, las imágenes que verás a continuación demuestran que la necesidad de mantener cargados a sus teléfonos móviles ha llevado a estos soldados rusos a desafiar los límites de la electricidad, la gravedad… y creo que de la combustión espontánea.
A juzgar por los modelos de los teléfonos, las fotos ya tienen varios años sobre los hombros (he detectado unidades del año 2004). Al mismo tiempo, más allá del riesgo y la precariedad de las conexiones, existe cierta cuota de desesperación que no podemos ignorar. Todo sugiere que el acceso a la electricidad es muy limitado (ya sea por tiempo o cuestiones técnicas), o que sus superiores son particularmente estrictos con el acceso a la telefonía móvil. En lo personal, espero que la situación sea más amigable, y que hayan encontrado soluciones más estables y permanentes para cargar sus teléfonos…