Si un diseñador está dispuesto a hacer ciertos compromisos, un coche eléctrico puede llegar a ser bastante compacto… pero en el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología en Corea del Sur se han tomado la idea de “compacto” muy en serio. Así es como encontramos al Armadillo-T, un coche eléctrico que cuando se encuentra estacionado, se enrolla tal y como lo hace el conocido mamífero.
Algunos conceptos de transporte personal eléctrico todavía se encuentran muy lejos del público en general. A modo de ejemplo, el Toyota Prius podrá ser el híbrido más vendido (eso incluye a Japón, tierra de los coches kei), pero no deja ser ser un coche de tamaño medio, inadecuado para muchas regiones. Ante la falta de ofertas (o mejor dicho, ofertas accesibles), las motocicletas siguen conservando un lugar de privilegio como primera alternativa, pero estamos convencidos de que el mercado tiene la capacidad de ofrecer más. Por ese motivo es que siempre estamos a la búsqueda de ideas diferentes en materia de coches, sin importar qué tan extrañas puedan ser a simple vista.
Ahora, no hay ninguna necesidad de disimular: El Armadillo-T es extraño, pero no por eso resulta poco atractivo. Se trata de un desarrollo proveniente del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología en Corea del Sur. Su velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora, y su paquete de baterías de litio de 13,6 kWh le permite desplazarse por cien kilómetros con una carga completa. De acuerdo a los datos publicados, el Armadillo-T solamente necesita estar conectado diez minutos para restaurar sus baterías, pero hay algo aún más sorprendente: Una vez que ha estacionado, el conductor puede plegar al Armadillo-T con un comando desde su smartphone, transformando los 2,8 metros de largo originales en 1,65 metros.
El proceso es lento, y desde cierto punto de vista no tan práctico, sin embargo, todas estos conceptos deben ser explorados mientras sea posible, ya que podría surgir algo mejor. Sólo basta con tomar los parámetros del Armadillo-T: 60 de máxima, 100 kilómetros de autonomía, y diez minutos de recarga. Definitivamente me gustaría tener algo así para circular en la ciudad…
