Aunque las armas blancas de por si son intimidantes, un nuevo tipo de cuchillo promete una tremenda efectividad. El uso de gas comprimido, que se libera dentro del cuerpo de la víctima, elevará la gravedad de la herida, volviendo mortal cualquier puntada.
Aunque las armas no sean de nuestro agrado, la tecnología si lo es, y este cuchillo está realizado utilizando tecnología de punta.
Su diseño contempla un mango con una cavidad interna en la cual hay un depósito de gas comprimido, con un sistema de válvula que mantiene el gas hasta que el cuchillo es clavado en algún animal. Al hacerlo, la cuchilla se hunde en la carne a la vez que libera el gas, que pasa del depósito a través de la cuchilla por un microscópico filamento y se inyecta en la víctima.
Lo que se logra con eso es un efecto mucho más mortífero que una simple incisión como la que causa un cuchillo, que no en todos los casos es mortal. Con este cuchillo si lo será, pero como en todos los casos en los que se habla de armas la realidad puede ser otra.
No solo por el uso real que puede llegar a dársele a estos cuchillos, que muy probablemente pasen del ámbito acuático al urbano, volviéndose armas temibles al alcance de cualquiera. El problema es que un cuchillo de estas características es también peligroso para quien lo lleva, en caso de una caída. Si algo sucede, mientras que con un cuchillo común y corriente solo se sufrirá un rasguño, en este caso puede ser mortal.
La tecnología es algo maravilloso y fascinante, el problema es el fin y el uso que a esta se le da, que en muchos de los casos no es todo lo bueno que se podría desear.
No dudamos de la honestidad de quien ha desarrollado este cuchillo cuando afirma que la ha creado para la protección de los buceadores en encuentros cercanos con tiburones. ¿Pero realmente crees que el arma solo será utilizada en el agua?
