Casi que no pasa una semana en la que no sepamos algo sobre las capacidades en crecimiento de la impresion 3D. Ajena para la mayoria de la poblacion, esta forma de producir objetos ha pasado de ser un juguete geek a tomar protagonismo en las industrias. Un ejemplo es la industria automotriz, que en silencio alterna entre construir repuestos o construir coches enteros para ir probando ese nuevo modelo de producción. Areion es una demostración tácita del primer coche eléctrico construido por una impresora 3D y aquí te mostramos cómo es y qué detalles tiene.
Mientras yo las acariciaba violentamente cada, vez que se atascaban y vociferaba improperios que terminaban declarándolas como el peor invento de la informática, una voz interior me calmaba diciéndome: no las subestimes, que en el futuro podrían ser muy importantes e imprimir un arma con el cual vengarse de tu rabia. Y fue así, salvo porque todavía estoy vivo. Hace unas semanas mostramos como una impresora 3D había sido utilizada para crear un arma funcional, dando cuenta del nivel de precisión que tienen. También vimos el primero o uno de los primeros coches fabricados por impresión 3D, llamado Urbee. Aviones, precisión nanométrica y ahora ha llegado el turno al Areion, el primer coche eléctrico construido por impresión 3D y queremos saber qué te parece.
El coche en cuestión está construido en Bélgica por un grupo de estudiantes de ingeniería llamados Formula Group T y como principal característica se halla su procedencia no industrial. Nada de elevadoras ni de cortadoras, ni de moldeadoras, ni de forjado, ni de cadenas de montaje; el Areion está impreso utilizando una impresora 3D de considerable tamaño. Para sentir que no estamos ante un juguete lleno de calcomanías, este coche eléctrico de carreras es un monoplaza de un poco más de dos metros de largo y con un peso de 280 Kg. Así de liviano, tiene como marcas personales hacer de 0 a 100 en 3,2 segundos y lograr una velocidad máxima de 141 km/h. La “culpa” de esto lo tiene su motor de 115 caballos de fuerza (un cuarto de lo que normalmente tiene un coche de carreras convencional).
Con cero emisiones de dióxido de carbono, el coche eléctrico por impresión 3D tiene un motor de 85 kW potenciado con baterías de polímero de 50 voltios. Tratamiento aerodinámico en su chasis y algunos retoques de doble carbono en la suspensión con montantes de titanio. El Areion, objetivo de un proyecto en el que debía construirse un coche no profesional para una carrera de fin de semana creó un nicho que podría generar más interés y ver una seria competencia, tanto de velocidad como de técnica e innovación con la impresión 3D. Y sí. Parece que en el futuro nos diremos entre nosotros: “tengo ganas de unas carreras, imprímete un coche y salgamos al velódromo”.