La Navidad se acerca a toda velocidad, y a la hora de armar el proverbial árbol siempre podemos aplicar una dosis extra de creatividad, pero el acuario de Chattanooga en el estado de Tennessee se ha ubicado en otro nivel. Los encargados decidieron que la iluminación del árbol de Navidad sea responsabilidad de su anguila, llamada Miguel Wattson. Miguel es toda una estrella, a un punto tal que tiene su propia cuenta de Twitter…
Algo extremadamente común en la temporada de Navidad es cubrir a los árboles con luces, aunque la calidad de los sets provenientes de China deja mucho que desear, y el riesgo de incendio siempre está presente. Sin embargo, nada nos impide hacer las cosas de un modo diferente. Una simple tira de luces LED debería ser más segura que ciertos horrores conectados a 220 voltios, pero en el acuario de Chattanooga (Tennessee) adoptaron una solución poco ortodoxa: Luces controladas con una anguila.
Ahora, antes de que reclamen por las condiciones y la seguridad de la anguila, de nombre oficial Miguel Wattson, deben saber no está alimentando a las luces. El sistema se basa en un sensor que detecta cada vez que Miguel genera electricidad por su cuenta. Al registrar actividad, el sensor hace parpadear las luces y reproduce un sonido que ayuda a los visitantes a identificar los momentos más… «electrizantes» de Miguel.
En promedio, los pulsos de una anguila eléctrica no suelen superar los 10 voltios cuando intenta comunicarse con otras anguilas o reconocer su entorno, pero puede alcanzar picos de 800 voltios si se siente amenazada, o si trata de aturdir a una potencial presa. Eso significa que las luces de Navidad tienen mayor intensidad cuando el señor Wattson trata de comer algo. No es la primera vez que la anguila Miguel participa en esta clase de proyectos. De hecho, la descripción oficial de su cuenta de Twitter indica que los tweets son generados por sus propios choques eléctricos.
No es la primera vez que alguien trata de controlar luces con la electricidad de una anguila. El acuario Living Planet de Utah hizo algo similar en 2012: Sus responsables instalaron un par de electrodos en el tanque de la anguila, y usaron sus descargas para controlar el parpadeo de las luces con un secuenciador. Dejando a un lado la Navidad, esa es una forma muy interesante de visualizar el comportamiento eléctrico de una anguila.
Fuente: NPR