Un estudio ha demostrado que muchos de nuestros miedos son aprendidos por transferencia.Si alguien que camina a tu lado comienza a gritar y correr desesperadamente, probablemente tu también lo hagas. Un artículo de la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience explica por qué algunas personas temen cosas con las que han tenido poco o nada de contacto.
La investigación se basó en reacciones físicas y evaluación del comportamiento de la región de la amígdala cerebral (un grupo de neuronas situado en el área encefálica llamada sistema límbico, vinculada a las emociones, principalmente al miedo y la agresión). Los participantes del estudio, fueron expuestos a un vídeo en que se mostraba a un sujeto observando cuadros de colores. Cuando le era mostrado un cuadro azul, el sujeto recibía un pequeño shock eléctrico. Cuando le era mostrado un cuadro amarillo, nada ocurría. El vídeo mismo explicaba cómo el sujeto se tensionaba, anticipando el shock cada vez que aparecía el cuadro azul. Los investigadores informaron a los participantes del estudio que serían expuestos a un experimento similar al visto en el vídeo. Este experimento no incluía ningún tipo de shock, sin embargo, los participantes se tensionaban al ver aparecer el cuadro azul.
Andreas Olsson, de la Universidad de Columbia, explicó que la región de la amígdala cerebral respondía tanto cuando los participantes veían el vídeo, como cuando se les mostraba el cuadro azul en el experimento posterior. “Sólo por observación, aprendían de la experiencia” dijo Olsson, “Nos dimos cuenta que la amígdala esta involucrada cuando vemos a alguien recibiendo shocks, y cuando estamos esperando recibir uno nosotros mismos”
Estos descubrimientos pueden explicar por qué las personas temen a cosas en películas de terror o por qué los niños son reticentes a las serpientes, arañas o cuestiones raciales por sólo ver las reacciones de sus padres.