Son verdaderos gigantes, generan mucho dinero, y como suele suceder con cada vez mayor frecuencia, están en la mira de las autoridades. Tanto Google como Apple están siendo investigadas por la Comisión Federal de Comercio (FTC en inglés), en relación con posibles acciones monopólicas por parte de ambas empresas. La razón principal de la investigación se basa en que dos ejecutivos disfrutan de posiciones de alto nivel en ambas empresas, algo prohibido según las leyes estadounidenses.
Los dos ejecutivos en cuestión son Eric Schmidt, actualmente CEO de Google que posee un asiento en la Junta de Directivos de Apple, y Arthur Levinson, ex presidente de la corporación Genentech (biotecnología), que se encuentra en una situación similar a la de Schmidt. Según el "Acta Clayton" del año 1914, se prohibe la presencia de una persona en las juntas de dos empresas consideradas rivales, para evitar una reducción en los niveles de competencia entre ambas. Obviamente, Apple y Google compiten en muchos campos, desde los navegadores con Chrome y Safari hasta la telefonía movil con Android de un lado, y el sistema operativo iPhone del otro.
Expertos legales han declarado que esta clase de procedimiento (más precisamente, lo que indica la Sección 8 del acta) se ha llevado a cabo en muy raras ocasiones debido a que es relativamente fácil para las empresas involucradas evitar un inconveniente legal. Sólo basta que los ejecutivos renuncien a uno de sus cargos para que todo vuelva a la normalidad. Como dato adicional, la Comisión ha expresado su intención de mantener reuniones con ambas empresas de forma estrictamente confidencial, por lo que no debemos esperar grandes novedades en cuanto a información revelada. Hasta el momento, tanto Google como Apple han evitado hacer declaraciones, y es muy probable que esto no varíe.
Todo apunta a que Schmidt dejaría su posición en Apple, mientras que por el lado de Levinson no se sabe con certeza con cuál de las dos empresas permanecerá. Debido a la cercana relación que Google mantiene con la administración de Barack Obama (Google está involucrado en el proyecto de los medidores inteligentes, parte del masivo programa de reestructuración energética que Estados Unidos está aplicando), muchos imaginaron que el gobierno no intervendría en algo así, pero ha quedado en claro que a la Comisión no le importa la clase de amigos que pueda tener una empresa. Tienen libertad de escoger e incluso es muy probable que ni Apple ni Google sufran penalidades económicas, pero la ley ha dejado en claro que estos ejecutivos, en los dos cargos, no pueden estar.