Tras un largo silencio de radio acompañado por el clásico tsunami de rumores, Apple presentó a dos nuevos miembros en su familia de smartphones: El iPhone 5S, y el iPhone 5C. El primero se presenta como reemplazo directo del actual iPhone 5, con un nuevo procesador y un lector de huellas integrado, mientras que el segundo buscará tentar a otros consumidores, con un (supuesto) costo reducido y una amplia variedad de colores.
El mundo de los smartphones ha cambiado muchísimo durante estos últimos cinco años. Lejos quedó el impacto causado por la primera generación del iPhone, y ahora, la competencia está mejor armada de lo que aparenta. El avance de Samsung con su familia Galaxy ha sido escalofriante, y todavía debemos esperar el rendimiento de otros dispositivos como el recientemente lanzado Moto X. Lentamente, los fabricantes se están dando cuenta de que la clave para la permanencia en un mercado tan agresivo es ofrecer más a cambio de menos, un equilibrio delicado y sin dudas riesgoso. Incluso el gigante de Cupertino debió reconocer esto, por lo que uno de los rumores más fuertes en los últimos meses circuló alrededor de un iPhone de bajo costo. Ahora, Apple ha presentado a dos iPhone a falta de uno, y obviamente, lo hizo a su modo.
El primero de ellos es el iPhone 5S. Para comenzar, tanto el formato como el peso del smartphone permanecen intactos en comparación con el iPhone 5. Donde tampoco ha habido cambios es en el tamaño de pantalla (4 pulgadas) y su resolución (640 por 1.136 píxeles), y en parte llama la atención que Apple haya decidido permanecer en ese rango, mientras la competencia corre detrás del formato phablet. El único aspecto similar al modelo previo en relación a las cámaras es el de la resolución (8 MP trasera, 1,2 MP frontal), pero el resto es todo nuevo: El iPhone 5S posee un sistema de flash dual, una lente de cinco elementos, un sensor que es 15 por ciento más grande que el anterior, soporte de cámara lenta y un “burst mode” impresionante. Aún así, los dos puntos más importantes en el hardware del iPhone 5S son su SoC y el lector de huellas. El nuevo Apple A7 es un SoC de 64 bits que promete el doble de rendimiento comparado con el A6, tanto en CPU como en GPU (no se conocen las frecuencias aún). El nombre oficial para el lector de huellas digitales es Touch ID, y reemplaza de forma efectiva al botón de inicio tradicional. En esencia, se trata de una “cámara” dedicada para reconocer a tu dedo, que combina a un sensor capacitivo con un cristal de zafiro para mayor protección. Durante años se ha querido eliminar a las contraseñas. ¿Será Touch ID la clave para ello?
El segundo smartphone es el iPhone 5C. Y aquí las cosas son un poco más interesantes por el simple hecho de que es la primera vez que Apple crea un dispositivo específicamente destinado a cubrir su “segunda línea”, en vez de bajar el precio de sus productos previos. El hardware del iPhone 5C es casi una réplica de lo que se puede encontrar hoy en el iPhone 5, que fue retirado rápidamente del sitio oficial de Apple. ¿Qué ofrece Cupertino a cambio? Colores, cinco para ser precisos: Verde, azul, amarillo, rosa y blanco. ¿Por qué es relevante esto? Por un lado, Apple debe combatir la idea de que el iPhone se ha convertido en un smartphone “para adultos” y demasiado serio, algo que ya no puede hacer reciclando modelos viejos. Y por otro lado, es necesario que ofrezca cierto nivel de personalización, en respuesta a la mecánica del Moto X. La variedad de colores es cortesía de las nuevas carcasas plásticas, aunque por alguna razón el 5C es veinte gramos más pesado que el 5S. Sobre el esperado “bajo costo”, la realidad indica que eso no existe: El precio del iPhone 5S es de 199 dólares para su modelo de 16 GB, mientras que el iPhone 5C cuesta 99 dólares, ambos bajo contrato de dos años. Es exactamente el mismo precio que recibió el iPhone 4S cuando el iPhone 5 fue lanzado el año pasado, por lo que Apple lleva un buen tiempo ofreciendo móviles a 99 dólares con contrato. ¿Cuánto va a costar el iPhone 5C liberado? Al otro lado del charco, 549 dólares. De este lado… asumo el mismo número, pero en euros.