Los teléfonos móviles abandonaron sus formatos plegables para convertirse en módulos rígidos e inteligentes, adoptaron pantallas táctiles, dejaron atrás los botones, incrementaron su poder de procesamiento, y ahora… quieren ser plegables de nuevo, o al menos, eso es lo que nos dicen las patentes de los principales jugadores en el mercado. Samsung publicó docenas de ellas sobre dispositivos con esta característica, y si obedecemos a la información disponible, Cupertino acaba de recibir la suya.
¿Acaso el mundo se volvió loco? Los teléfonos plegables o «flip» dejaron de estar de moda hace años… pero no, no se trata de locura. El estancamiento de los smartphones ya es imposible de ignorar. Todo lo que las empresas llaman «innovación», para los consumidores es «aburrimiento». En nombre del consumo constante y los brutales ciclos de actualización se cometieron errores muy graves, como el que Samsung vive con sus Galaxy Note 7 adictos a la combustión espontánea. En resumen, creo que una palabra muy apropiada para describir al mercado actual de dispositivos móviles es «decepcionante». Volver a las raíces cuando las cosas fallan no es una mala idea, y honestamente, el concepto de dispositivo plegable nunca desapareció del todo. Si no me equivoco, Samsung tiene más de dos docenas de patentes en las que se exploran diseños plegables, pero quien nos trae aquí hoy, es Apple.
La descripción de la nueva patente, cuyo número es 9485862, habla sobre «dispositivos electrónicos con circuitos impresos basados en nanotubos de carbono», y su confirmación fue relativamente rápida, con una presentación en agosto, y su publicación en el día de ayer. Desde un punto de vista técnico, no es la primera vez que el gigante de Cupertino es atrapado jugando con teléfonos plegables, ya que existen registros de dos patentes (2013 y 2014) en la Oficina Europea de Patentes. ¿Qué tienen que ver los nanotubos en todo esto? Además de ser conductivos, son flexibles y resistentes a fisuras. Los nanotubos podrían ser incorporados a cables de señales para combinar elementos plegables con circuitos impresos rígidos, a un punto tal que el texto de la patente menciona una bisagra.
Como siempre, vamos a abrir el paquete de sal y arrojar puñados en todas direcciones. La frase «patente no equivale a producto» se mantiene firme, y lo más lógico aquí es asumir que Apple sólo está protegiendo su propiedad intelectual. Que alguna fuerza superior nos libre (digamos asteroide gigante o invasión extraterrestre) si Apple y Samsung terminan en la corte para discutir quién inventó primero al smartphone plegable…