La especie humana se enfrenta a múltiples amenazas. Muchas de ellas tienen un origen natural, pero otras toman forma a partir de nuestras propias acciones, y por supuesto, nuestra falta de responsabilidad. Un gran ejemplo de ello es la crisis que atraviesan los antibióticos. El uso indiscriminado y la resistencia adquirida por las bacterias instalan la posibilidad de una «superinfección» que en el peor de los casos podría matar a millones de personas antes de ser controlada. Este nuevo vídeo de Kurzgesagt lo explica en gran detalle.
Un reciente estudio publicado en conjunto por la Universidad de Bristol y el Imperial College London presenta un panorama preocupante en materia de antibióticos. Debido al uso incorrecto y excesivo de los mismos, en el 50 por ciento de los casos enfocados sobre infecciones urinarias causadas por E. Coli en niños, la ampicilina (y por extensión la amoxicilina) ya no es efectiva. Algo similar sucede con el cotrimoxazol (33 por ciento), y la trimetoprima (25 por ciento). La evaluación estuvo basada en un total de 77 mil muestras provenientes de 26 países diferentes, confirmando una vez más que la resistencia a los antibióticos es un problema global. ¿Qué tan grave es la situación? Veamos este nuevo vídeo de Kurzgesagt para saberlo (tiene subtítulos en español):
Nadie lo pone en duda: El descubrimiento de los antibióticos es uno de los hechos más extraordinarios de la historia, y han ayudado a salvar millones de vidas. En lo personal, he tenido más infecciones de las que puedo contar, y de estar en la Edad Media hubiera muerto media docena de veces (mínimo). Mientras escribo estas líneas alguien se encuentra bajo tratamiento con uno o más antibióticos para combatir a una infección… pero lamentablemente, nuestra responsabilidad deja mucho que desear. La enorme efectividad de los antibióticos llevó a un uso más que abusivo, aplicándolos incluso en situaciones donde no tienen relevancia alguna (infecciones virales comunes, por ejemplo). Como si eso fuera poco, la industria de la alimentación utiliza antibióticos para compensar las pobres condiciones en las que se encuentran los animales, y responder a las demandas de un mercado implacable.
Esto crea el combo ideal para que una bacteria gane y distribuya su inmunidad, dando paso a las tan temidas superbacterias. Finalmente, el vídeo nos recuerda otro aspecto crítico en el mundo de los antibióticos, y es la «brecha» de acceso. En algunos países, comprar una caja de antibióticos roza lo imposible, mientras que en otros sólo debemos pagar un par de euros para obtenerlos. De hecho, son tan comunes entre la gente que algunos grupos sugieren su venta libre, cuando en realidad el antibiótico debería ser visto como un «último recurso» destinado a asistir al sistema inmunológico en su trabajo. Por suerte, aún no hemos ingresado en lo que podría ser llamado «apocalipsis antibiótico», y las probabilidades siguen a nuestro favor, pero las advertencias están en todas partes…