Todos estamos esperando el momento en el que la energía solar sea lo suficientemente viable a nivel económico para desafiar el poderío de las fuentes de energía convencionales, y puede que ese momento haya llegado. De acuerdo a una empresa de nombre Twin Creeks Technologies, su método de fabricación basado en un acelerador de iones de hidrógeno (tal y como lo leen) permite obtener celdas con un nivel mucho menor de desperdicio, reduciendo su costo efectivamente a la mitad.
En estos últimos tiempos los desarrollos de energía solar han estado en tela de juicio. Todo comenzó en agosto de 2011 con la quiebra de Evergreen Solar, pero la situación ganó más relevancia en los medios durante septiembre de 2011 con la bancarrota de Solyndra, después de que recibiera más de 500 millones de dólares del Departamento de Energía. Una de las últimas empresas en solicitar la protección del Capítulo 11 es Energy Conversion Devices, y esto fue a mediados de febrero. Son cada vez más las empresas que relocalizan sus líneas de producción en China para reducir costos, por lo que no quedan dudas que el mercado de la energía solar es tan despiadado como cualquier otro. Si bien tenemos la tecnología, necesitamos desarrollarla de forma mucho más económica para ampliar su alcance.
Y todo parece indicar que la gente de Twin Creeks Technologies, una joven empresa con una fábrica estacionada en Mississippi, tiene la respuesta. Una de las formas más comunes de crear celdas solares es cortar cilindros en obleas con un espesor de 200 micrómetros. Las obleas no pueden ser más delgadas porque el silicio se quiebra, y otro problema es que a 200 micrómetros, la mitad del silicio termina como desperdicio. De acuerdo a Twin Creeks, una oblea con un espesor de 20 micrómetros reforzada con una delgada capa de metal puede ser tan eficiente como sus contrapartes gruesas, pero para alcanzar a esos 20 micrómetros, se necesita nada menos que un acelerador de iones de hidrógeno, bautizado Hyperion: Se colocan discos de silicio con un espesor de tres milímetros en una cámara de vacío. Un rayo de energía acumula iones de hidrógeno en una profundidad de 20 micrómetros, y luego los discos ionizados son rápidamente trasladados a un horno. Allí los iones forman burbujas de gas de hidrógeno que expanden el silicio, fracturándolo para “pelar” la oblea. La delgada capa de silicio recibe la lámina de metal para ganar fuerza y flexibilidad, mientras que el resto de los discos de silicio regresa a la cámara de vacío, repitiendo el proceso.
En otras palábras, la gente de Twin Creeks está usando un rayo de partículas para cortar en lonjas al silicio. Hasta este momento, esta técnica era prohibitiva debido a sus costos, pero el plan de Twin Creeks no es vender celdas solares, sino el equipo para fabricarlas. Con un poco de suerte, varios otros fabricantes tal vez adopten al acelerador Hyperion, y si una tecnología similar llegara de alguna forma a aquellos países de alta producción (ya sabemos cómo son estas cosas), probablemetne nadaremos en celdas solares. Mi preocupación es que Twin Creeks termine como otras empresas dedicadas a la energía solar que se han quedado en el camino. Por otro lado, Twin Creeks recibió más de 90 millones de dólares de fondos de inversión junto a préstamos del estado de Mississippi, y a un estimado de cuarenta centavos por vatio (la mitad de la celda solar más barata del mercado), creo que la apuesta vale la pena.