No hay cosa más molesta que el zumbido de un mosquito mientras intentamos dormir. Las malditas alimañas, atraías por nuestro calor corporal, acechan nuestros sueños para beber de nuestra sangre (inserte risa demoníaca aquí). Uno puede tomar todo tipo de medidas, pero en su mayoría son tóxicas o dejan olores desagradables. Por eso, un repelente de mosquitos en formato freeware luce más que tentador. Pero… ¿funciona? Preguntémosle al gato de NeoTeo.
Buscando material para alimentar al monstruo detrás de NeoTeo, uno se encuentra con las cosas más extrañas. Son horas y horas invertidas en navegación, pero que suelen rendir sus frutos (aunque sea para torturar a Tomás). En este caso, y luego de muchas idas y vueltas, nos topamos con un software original e inédito: un repelente de mosquitos que apenas pesa 124KB y no requiere instalación. Pues bien, aquí no hay mosquitos pero tal vez donde residan nuestros lectores sí, y no era mala idea echarle una probadita.
El funcionamiento es muy simple. Lo descargas, lo descomprimes, doble clic y listo, comienza a hacer lo suyo. ¿Y qué es lo suyo? Si hemos de creerle a la única cosa que el programa muestra mientras se ejecuta (una mínima ventana con información), lo suyo es producir un sonido inaudible para los humanos, pero molesto para los mosquitos, en una frecuencia que va desde los 16000Hz a los 20000Hz.
La ejecución nos pareció tan minimalista que comenzamos a dudar. Es difícil, como escéptico, confiar en algo que no se ve ni se escucha. Y, sin mosquitos a la vista para someterlos a la prueba, agarramos al gato de NeoTeo. No nos malinterpretes, amamos al gato, pero era el único capaz de develar el misterio. En la ventana de información, Anti Mosquito señala que esta frecuencia, aunque no es audible por humanos, sí es audible por mascotas. Teniendo un gato a mano, durmiendo, el pobre debió someterse a la prueba. ¿Detectaría, Ash (ese es su nombre) un sonido extraño proveniente de los altavoces?
Bien, si lo notó, no dio señal de ello. El felino ni se inmutó. Seguía durmiendo como un angelito. Siguiendo el método científico, no nos quedó otra que subir el volumen, despertar y alzar al gato y acercar su oreja izquierda a uno de los altavoces. Y, no podemos asegurarlo, pero pareció como que algo le molestó. No sabemos si fue el hecho de que lo apretáramos contra el ordenador, todavía entredormido como estaba, o porque efectivamente escuchaba algo.
Más no podemos decir. Salvo que el creador del software es ventrílocuo. O al menos así parece si navegamos un poco por su “sitio”. En definitiva, si crees que los ventrílocuos son de confianza, y tienes mosquitos dando vueltas por tu hogar, tal vez puedas echarle una probadita (al menos si no eres de los que gustan armar circuitos). Y después, por favor, nos cuentas. ¡Queremos saber qué escuchó Ash!