Pilar de la ciencia ficción, y en teoría un elemento fundamental para los viajes espaciales del futuro, la animación suspendida dará sus siguientes pasos de un modo más terrenal. Cirujanos en el Hospital Presbiteriano UMPC de Pittsburgh iniciarán pruebas de lo que ellos llaman “proceso de preservación” en pacientes con heridas graves.
Ni siquiera hay que pensar en viajar a otras estrellas para invocar a la animación suspendida. Los cálculos más optimistas sobre un viaje a Marte hablan de seis meses, un tiempo bastante amplio para pasar en el espacio. La clásica novela “2001” menciona a tres científicos en suspensión a cargo de HAL, y la misión era a nuestro vecino Júpiter. En la Tierra, todos conocemos el mito de Walt Disney congelado, aunque la hipotermia inducida es real, y existen varios casos documentados. A esto se suma la crioepreservación, con algunas iniciativas que buscan explotarla comercialmente entre aquellas personas interesadas en “ganarle al tiempo” y revivir en un futuro lejano. Lo que nos trae aquí hoy se interpreta como una aplicación más práctica de la animación suspendida. “Ganarle al tiempo” no es una expresión al azar: Bajo determinadas condiciones médicas, contar con algunos minutos extra podría ser la diferencia entre salvar a un paciente y declararlo muerto.
El cirujano Samuel Tisherman del Hospital Presbiteriano UPMC en Pittsburgh reconoce que la idea es “suspender” la vida por unos momentos, aunque no quiere hablar de animación suspendida por los vínculos que tiene con la ciencia ficción. En cambio, tanto este experto como sus colegas prefieren el término “preservación y resucitación de emergencia”, una técnica cuyo objetivo es obtener más tiempo para tratar heridas serias provocadas por armas de fuego y elementos punzantes/cortantes. En términos sencillos, la técnica implica reemplazar toda la sangre del paciente con una solución salina especial, que refrigera el cuerpo y casi detiene por completo la actividad celular. Una vez que los problemas de integridad en el cuerpo son corregidos, el reingreso de sangre a las venas elevaría la temperatura a niveles normales.
En el hospital están listos para usar la solución por primera vez en humanos, sin embargo, esperan aplicarlos solamente en casos de emergencia superior. Tisherman explica que el paciente tal vez haya perdido la mitad de su sangre debido al trauma, y que sus probabilidades de supervivencia en ese caso sean inferiores al siete por ciento. El procedimiento será activado en un total de diez pacientes, y compararán los resultados con otros diez casos en los que se actúe de modo convencional. Si los datos obtenidos son positivos, Tisherman espera que la técnica pueda ser extendida a otras condiciones.
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