El plan maestro de Redmond que busca colocar a Windows en todas partes ha encontrado algunos baches en su camino, pero la compañía no baja los brazos. Su estrategia debe ser implementada en todos los niveles del sistema operativo… con un especial énfasis en su interfaz, ya que es la parte más expuesta al usuario. De ese modo llegamos al proyecto Andromeda, del cual no se sabe mucho aún, pero que carga con un objetivo claro: Volcar una experiencia de escritorio más completa y robusta a otros dispositivos, que se adapte automáticamente a cada formato.
Windows 8 tuvo varios problemas en su lanzamiento, pero uno de los más graves fue que se atrevió a interrumpir diecisiete años de memoria muscular. Cada versión de Windows transmitía el conocimiento necesario para poder usar a su sucesora, lo que se mantuvo más o menos intacto hasta Windows 7. Pero Windows 8 rompió todo, Microsoft aprendió la lección por las malas, y debió hacer muchos ajustes en Windows 10. Hoy podemos decir que Windows 10 brinda una experiencia de uso relativamente estable. Y el resto de las plataformas comenzaron a recibir los primeros beneficios. Una buena parte de la responsabilidad cae sobre los hombros de OneCore, sin embargo, queda trabajo por delante. Windows necesita ser aún más vertical, si se lo quiere llamar así.
Ahí es cuando interviene Andromeda. Básicamente, el deseo de Microsoft es que un usuario trabaje en Windows 10 sobre el escritorio, y después pase a un smartphone, una tablet, el casco HoloLens o la Xbox One, sin que la experiencia cambie o se deteriore. Desde cierto punto de vista, Andromeda sería la fachada de OneCore, una tecnología que convertirá a la clásica interfaz estática de Windows en algo dinámico, con la capacidad de adaptarse fácilmente a cada formato, tomando en consideración parámetros avanzados como el tamaño de la pantalla, y su relación. La clave para esto es una especie de «shell adaptado» que lleva el nombre de «Composable Shell», o CSHELL.
Por supuesto, los usuarios deberán tener mucha paciencia. Andromeda y CSHELL serán de gran valor para aquellos que todavía se mantienen firmes en Windows 10 Mobile y disfrutan de funciones como Continuum, pero ambos recursos son apenas un «blip» en el radar. Microsoft primero debe entregar el Creators Update en Windows 10, esperar que no vuele nada por los aires, y llegar en una pieza al próximo 10 de mayo, cuando comience su conferencia Build.