Así es, amigos y amigas: De alguna forma, la beta de Windows 7 que estaba programada para lanzarse en enero próximo encontró su camino al público antes de lo previsto, y la red (especialmente BitTorrent) se ha plagado de actividad descargando esta nueva versión. Como no podía ser de otra manera, nos hemos unido a la legión de usuarios que están descargando la beta en este mismo momento, la hemos instalado, y hemos dado una vuelta en ella. Esto es lo que encontramos.
Año nuevo, versión nueva
Con poco más de 2.4 GB en tamaño, el build 7000 de Windows 7, más conocido como beta 1, ha serpenteado hasta la red BitTorrent. Desde entonces la demanda por dicha versión ha crecido considerablemente, lo cual indica de manera inconfundible el nivel de interés y expectativa que la nueva versión de Windows está generando. Sin caer en la eterna discusión de "Vista apesta" y similares, la gente siempre quiere ver algo nuevo que funcione mejor que lo que existe en este momento. Y todas las fichas parecen estar puestas en Windows 7.
La pre-beta introdujo algunos conceptos interesantes, pero también vimos cosas familiares que a nuestro criterio todavía necesitan atención. Una interfaz optimizada y más integrada al hardware actual puede sonar atractivo, pero bien en el fondo lo que la gran mayoría de los usuarios quiere de Windows 7 es que sea compatible, estable y rápido como un rayo, sin tener que hipotecar la casa para comprar hardware nuevo. A esta altura, si Microsoft puede garantizar estas cosas, lo cierto es que podría hacer lo que se le diera la gana con la interfaz, que al usuario promedio no le importaría mucho que digamos.
Todavía falta mucho tiempo, o sea, mucho tiempo para que veamos la versión final de Windows 7. En ese tiempo puede haber nuevas incorporaciones y cambios radicales que afecten de una forma u otra el producto final. Microsoft ha dejado más que en claro que la base de Windows 7 es y será Vista, sólo que corregida, depurada y refinada. Saben que pueden hacerlo mejor con Windows 7 y todo el mundo, tanto los seguidores de Windows como sus eternos detractores, los están mirando muy de cerca. ¿Una oportunidad única, tal vez? Probablemente. Microsoft aprendió una dura lección con Vista: No puede vender algo por el simple hecho de tener estampado su logo en la caja. Sus competidores se han vuelto muy fuertes y los consumidores miran cosas que antes podían dejar pasar, pero que ahora directamente no toleran. La oleada de "downgrades" y la invasión absoluta de las netbooks en el mercado está marcando una nueva tendencia, que es la eficiencia por sobre la vanguardia. Windows 7 deberá (además de adaptarse) funcionar de maravillas bajo esa tendencia, o probablemente hablaremos de un nuevo sistema operativo pocos meses después de su lanzamiento.
¿Modularidad? Bien, gracias "reloaded"
Hasta aquí, el proceso de instalación de Windows 7 se ha mantenido casi intacto respecto a la versión pre-beta. Durante la fase de carga lo que se destaca es el icono animado de Windows, pero poco más que eso salta a la vista. Las elecciones durante la fase de instalación se han mantenido iguales, lo que nos recuerda una vez más que debemos reclamar algo que Microsoft no debería dejar de lado en la versión final: Modularidad. La instalación de Windows 7 sigue agregando funciones superfluas como por ejemplo componentes de Tablet PC en un ordenador de escritorio. Traslademos este inconveniente a varias otras funciones y nos encontramos con unos cuantos gigabytes de componentes que jamás usaremos, pero que por una decisión errada deben instalarse forzosamente. Sucedió en XP, sucedió en Vista, y está sucediendo en Windows 7 otra vez. La elección de componentes durante la fase de instalación debería ser mandatoria, y presentarse como alternativa válida para usuarios avanzados que saben exactamente lo que necesitan del sistema operativo.
El resto de la configuración es algo conocido para todos. Hay que ingresar un nombre de usuario para generar un perfil principal, y Windows 7 se encarga del resto. La instalación se mantuvo en el mismo promedio de velocidad que le vimos a la pre-beta, flotando alrededor de la media hora. El final de la instalación nos recibió con un nuevo fondo de escritorio, un pez solitario nadando en aguas azules. También se puede ver la nueva barra de inicio, bastante más estable de lo que fue en la pre-beta. No es gran cosa, pero consideramos positivo que el nuevo aspecto esté en la beta 1, dejando de lado la apariencia de Vista.
Conexión a Internet
Nuestro primer paso fue configurar la red de forma adecuada. Nuestra red está configurada para no utilizar DHCP, por lo que debemos ingresar los números IP de forma manual. Lo que nos llamó la atención fue un aparentemente nuevo sistema de "validación" para la nueva configuración. Nuestra primera impresión fue algo como: "¿Qué rayos es esto?". Fue toda una sorpresa encontrarse con este paso extra de validación. Tras haber aplicado los cambios la validación realizó algunos diagnósticos, sólo para llegar a la conclusión de que no había ningún problema. Algo redundante por parte del sistema operativo, pero cierto. Apenas configuramos los parámetros, Internet comenzó a funcionar sin problemas.
Y con conexión fue que Windows Update hizo su acto de presencia, no para agregar algún parche de seguridad de último momento, sino para instalar un nuevo controlador para la tarjeta de sonido y definiciones actualizadas para Windows Defender. Solicitamos varias veces a Windows Update que busque nuevas actualizaciones, pero no encontramos nada más allá de eso. No hay que olvidarse que se trata de una beta filtrada, por lo tanto cualquier agujero de seguridad que pueda tener esta versión de Windows 7 quedará expuesto en el transcurso de estos días. En cuanto al resto de los controladores hemos visto un progreso considerable, más aún si estás interesado/a en probar a Windows 7 bajo un entorno virtualizado. La última versión de VMWare se ha llevado de maravillas con la beta de Windows 7, instalando todos los controladores necesarios. Claro que al Control de Acceso de Usuario no le gustó mucho la idea en un principio, pero al final todos se llevaron bien.
Luego el denominado "Centro de Acción", antes llamado "Centro de Soluciones de Windows" reclamó que Windows Defender estaba desactivado. Ante la situación de estar conectados a Internet con sólo un firewall y sin antivirus decidimos activar el programa mencionado, pero a cambio recibimos un berrinche. Es un poco preocupante que algo tan crítico para Microsoft como Windows Defender arroje un error, aún estando en fase beta. Con cada actualización de Windows Update el usuario recibe una nueva referencia para este programa, pero si se va a colgar de la misma manera que nos pasó a nosotros, bueno…
La sección de servicios no sufrió cambios significativos. Servicios viejos y nuevos por igual están presentes en esta versión tal y como lo estuvieron en la pre-beta anterior. Será cuestión de tiempo para que la documentación correspondiente a cada servicio llegue a la red, lo cual permitirá a los usuarios desactivar con seguridad y precisión aquellos servicios que no necesitan, ahorrando memoria y recursos de CPU. También pudimos realizar otros ajustes como los perfiles de ahorro de energía. Sin embargo, nos encontramos con un problema. El usuario que creamos para el perfil principal tiene privilegios de administrador. Aún así, cuando quisimos desactivar la función de hibernación, Windows 7 nos acusó literalmente de no tener los permisos necesarios para llevar a cabo esa acción. Lo intentamos con una consola de sistema de privilegios elevados, pero tampoco se pudo. Estos detalles son los que sacan de quicio al usuario avanzado. Figuramos como administradores de sistema, ¡y aún así no podemos! Al final, nos lo tomamos con calma y pudimos eliminar el archivo de hibernación a través del sistema de limpieza de disco (ejecuta el archivo cleanmgr.exe desde la opción Ejecutar para acceder a él). Pero algo así no debería suceder. Si somos administradores, lo somos para cada archivo, carpeta y cadena de Registro que exista en el sistema. No aceptaremos menos que eso.
Luego decidimos probar los juegos. El repertorio de Windows 7 en materia de entretenimiento es muy similar a Windows Vista. Se puede ver a Chess Titans, Mahjong Titans, y los clásicos como el Corazones de Windows y el Buscaminas. El rendimiento no fue el que hubiéramos deseado debido a inconvenientes con la aceleración 3D en entornos virtualizados (un precio que lamentablemente hay que pagar por ahora), pero de todas formas pudimos sacar una imagen del juego de ajedrez. Los juegos nos llevaron a consultar al programa de diagnóstico de DirectX, en donde pudimos confirmar la presencia de la versión 11. Poco y nada podemos hacer con él en este momento, pero es al menos interesante saber que estará presente en la versión final de Windows 7 (salvo que se arrepientan, claro).
Tratando de ajustar un poco el comportamiento del Centro de Acción (el icono rojo advirtiendo la falta de un antivirus nos estaba poniendo de los pelos) encontramos el relativamente infame "Programa para la Mejora de la Experiencia del Usuario de Windows". En otras aplicaciones de Microsoft esta opción es dada a elegir al usuario, aunque recomiendan activarla. ¿Pero adivina qué? En la beta de Windows 7 viene activada por defecto. Tal vez sea una forma más de recolectar "feedback" de esta versión, pero eso no cambia el hecho de que nunca nos preguntaron en ningún momento. Mal hecho.
Algunas incompatibilidades siguen
Para llegar al final de la prueba de esta beta, decidimos como siempre instalar un poco de software externo a Windows. Por supuesto, nuestra primera elección fue Firefox, para poder navegar en un entorno un poco más amigable. Hay que reconocer que Internet Explorer 8 se ve un poco más pulido desde la última vez que le hicimos una prueba aquí en el sitio, pero el zorro de fuego sigue siendo nuestra primera opción de navegación. Detrás de Firefox, decidimos instalar Google Chrome sólo para comprobar cómo se llevaba la versión 1.0 con Windows 7. No encontramos ningún problema ya sea en la instalación o en su funcionamiento. Al igual que sucedió con la pre-beta, Flash 10 no provocó incidentes.
Por otro lado, hay algunos programas que siguen sin funcionar. PerfectDisk aún se niega a instalarse bajo Windows 7, ni siquiera para poder hacer luego una actualización a una versión más nueva que pueda tener mejor compatibilidad. La desfragmentación de Windows 7 sigue siendo tan mala como la de Windows Vista, y francamente no guardamos esperanzas de que esto pueda cambiar para bien. Habrá que recurrir a alternativas que tengan un mejor desempeño. La última versión disponible de JkDefrag no tuvo problemas al ejecutarse bajo Windows 7, tal y como lo muestra la imagen.
Conclusión: Un escalón más
En términos generales, los cambios que hemos visto entre esta versión de Windows 7 y la pre-beta anterior no han sido del todo llamativos. Ha tenido algunas modificaciones de nombres y de apariencia en la superficie, pero hemos de asumir que los verdaderos ajustes se han realizado a un nivel más profundo y no tan perceptible por el usuario promedio. De todas formas, nos queda la sensación de que esta beta 1 está más pulida que la versión anterior. Salvo ese extraño error que arrojó Windows Defender, no tuvimos problema alguno con el sistema operativo. Su rendimiento estando virtualizado es relativamente aceptable, lo que hace a esta versión adecuada para quienes quieran probarlo sin tener que estar borrando discos duros y creando particiones.
Lamentablemente, tenemos que criticar algunos puntos que ya hemos mencionado en la pre-beta. Consideraremos la ausencia de modularidad como la peor falta que ha cometido Windows 7 hasta ahora, seguido por un Centro de Acción que no puede desactivarse de raíz (sólo puedes remover su icono y cambiar sus alertas, pero no anularlo del todo) y en menor grado una falta de optimización general, que si bien el usuario puede hacerla en cuestión de minutos, con dos versiones de Windows lanzadas al mercado, Microsoft debería conocer mejor que nadie sus puntos débiles (¿Memoria virtual dinámica, a esta altura? Vamos.).
Con este vistazo a la beta 1, todos los ojos mirarán hacia delante a la espera de la beta 2. Es probable que Microsoft tome recaudos adicionales para evitar las fugas tempranas de sus betas, pero eso no impedirá que alguna copia llegue a las manos de los usuarios apenas exista la oportunidad. Con la beta 2, las cosas deberían ponerse más serias. El factor rendimiento debería ser un tema de cabecera, ya que hay nuevo hardware en el mercado y Windows 7 deberá saber aprovecharlo al máximo, además de mantenerse rápido y estable con el hardware existente. Es posible que entre beta y beta haya más novedades relacionadas con el Service Pack 2 de Windows Vista, tal vez un salto de calidad para un sistema operativo herido por la crítica y sus falencias tempranas, pero sabemos a dónde apunta el futuro de Microsoft, y nosotros usuarios, estaremos esperando.
¡Buena suerte!