Algunos podrán pensar que realizar un análisis de una beta tan temprana como esta no tiene mucho sentido, pero al tratarse de una versión que contará con un soporte mucho más prolongado en relación con otros builds, debemos ver más de cerca cuál es el estado de Ubuntu con Lucid Lynx muy próximo a su salida. Todavía hay que esperar un mes para posar nuestras garras sobre la versión final, pero además de comprobar algunos de los nuevos conceptos y cambios visuales de la distro, también hemos podido observar un detalle muy importante: Todavía tiene trabajo por delante.
La sensación es como si hubiera pasado mucho tiempo desde el lanzamiento de la última versión de Ubuntu, aunque en realidad sólo es necesario mirar hacia octubre del año pasado para encontrar a Karmic Koala. Hay que reconocer que Windows 7 cubrió cualquier novedad de sistemas operativos con su resplandor y su éxito de ventas, pero no debemos olvidar que, más allá de nuestras pruebas, Ubuntu 9.10 fue una versión que sufrió su cuota de problemas. En los foros oficiales se habló mucho sobre problemas de detección de hardware al actualizar desde Jaunty Jackalope a Karmic Koala, a pesar de que las incidencias no fueron mayores a las que se registraron en versiones pasadas. El kernel de Linux ha hecho muchos avances en la detección de hardware, pero sigue siendo un punto muy delicado en varios aspectos, especialmente con la salida de nuevos componentes. Se hace muy difícil para Ubuntu, y para cualquier distro Linux, mantenerse a la altura de las circunstancias en compatibilidad de hardware. Cuando Lucid Lynx se encuentre en su versión final, estamos seguros que de todas formas habrá usuarios con problemas de detección y funcionamiento. Un punto particularmente débil suele encontrarse en las tarjetas wireless de las notebooks y netbooks, y no es nada agradable que un usuario deba recurrir a un "dongle" USB compatible, cuando tiene wireless integrado en su portátil.
Directos y al punto, ¿qué notamos en Ubuntu 10.04? En primer lugar, el hecho imposible de ignorar de que será una versión LTS. Esto significa que Lucid Lynx contará con tres años de soporte, y cinco en su versión para servidores, en comparación con los típicos dieciocho meses de las versiones ordinarias. Tal vez Ubuntu se vea en la obligación de ofrecer una solidez y una estabilidad un poco superior a la que se suele encontrar en una versión intermedia, pero al tener tanto tiempo de soporte por delante, hace que la distro corra con ventaja de todas formas. Durante su fase de instalación no notamos nada extraño. En lo personal sigo encantado con lo sencillo que es configurar el teclado en Ubuntu. Es muy poco probable que un teclado tenga problemas bajo Ubuntu con esta sección de configuración dedicada, algo que Windows definitivamente debería aprender en su fase de instalación. Claro que también vimos cosas extrañas. La pantalla que solicita la remoción del disco de instalación es presentada en modo texto. Los viejos perros de la informática llamamos a esto "80×25", y es mucho más común encontrarlo en las versiones con instalación alternativa de Ubuntu (o las instalaciones de Debian), pero aquí está presente, tal vez como una secuela del estado beta 1.
Apenas ingresamos nos dedicamos a configurar la conexión a la red. Nuestra red no utiliza DHCP y debemos configurar manualmente los números IP y los DNS para acceder a Internet, algo que no presentó mayores inconvenientes. Lo que hicimos luego fue actualizar Ubuntu, pero utilizando apt-get en vez de recurrir a las opciones gráficas. Era cuestión de tiempo para que Ubuntu comenzara a los gritos, reclamando los más de cien megabytes que debían ser descargados en concepto de actualización, así que decidimos actuar antes de que eso sucediera. La apariencia es otro cambio notable en Ubuntu. Para los que deseen saberlo, el nuevo tema por defecto de la distro se llama Ambiance. Además de los detalles estéticos, también ha sido alterada la funcionalidad de las ventanas. Los botones ya no están del lado derecho, sino del izquierdo, y los títulos de cada ventana ya no permanecen centrados en su barra de título, sino que están arrojados hacia la izquierda. Sólo se necesitan algunas horas de vuelo para adaptarse a la nueva disposición de botones, pero aquellos que no toleren en lo más mínimo a esta nueva ubicación, ya pueden recurrir a algunos de los trucos publicados en el foro de Canonical para enviar los botones al lado derecho de la ventana. La versión clara de Ambiance es Radiance, pero recomendamos que jueguen un poco con los colores de todas formas. Sólo miren la esquina superior izquierda de la imagen con Firefox maximizado, y comprenderán por qué decimos esto. Demasiadas referencias juntas y colores idénticos de fondo sólo pueden llevar a la confusión.
Se ha hablado mucho sobre el perfil "social" que tendrá Ubuntu 10.04, y el hecho de que Empathy se encuentre presente por defecto en esta distro habla mucho de eso, pero una cosa es contar con una integración social completa y otra es tener a un mensajero acoplado a un sistema de administración de cuentas sociales (el llamado MeMenu). Ubuntu One sigue allí, sin mayores inconvenientes, y con sus 2 GB para los usuarios con cuentas gratuitas. Sin embargo, Ubuntu One también hace acto de presencia a través de una tienda virtual integrada a Rhythmbox donde es posible comprar música en formato MP3 (previa descarga del plugin compatible, claro está).
Todo hubiera ido de maravillas, de no ser por repentinos errores de kernel, y algunas incompatibilidades con entornos virtuales. Como suele suceder, lo primero que Ubuntu ofrece como opción es reportar el incidente a los desarrolladores para que puedan solucionar el problema en cuestión. Obviamente, no hay nada que criticar porque estamos frente a la beta 1 de un sistema operativo que aún está a un mes de su salida oficial, pero debemos mencionarlo en caso de que alguno de nuestros lectores decida jugar un poco (y por anticipado) con esta distro. Los bordes filosos también están presentes en los entornos virtuales. Al instalar la edición de 64 bits de la beta 1 e instalar el Guest Additions de VirtualBox, el controlador de vídeo y X prácticamente se tomaron a golpes de puño. En caso de que decidan probar a Ubuntu 10.04 en un entorno virtual, tal vez deban optar por la versión de 32 bits primero, para minimizar el riesgo de bugs presentes.
Hasta este punto, Lucid Lynx sólo se perfila como un escalón más que debe ascender Ubuntu para mejorar como sistema operativo. Todavía hay muchas asperezas sobre las que se debe trabajar, y aunque es algo notable que en Canonical hayan decidido probar algo nuevo con la interfaz, el hecho de cambiar los botones de lugar ya es causa de mucha irritación entre los usuarios, citando a Ambiance como un clon barato de OS X y reclamando/demandando el regreso del clásico marrón que hemos conocido en versiones anteriores. Ubuntu 10.04 estará disponible para descargar el próximo 29 de abril. La ausencia de Pidgin es un hecho, al igual que la de The GIMP. El hardware Nvidia tendrá mejor soporte con la inclusión de noveau, pero ATI tampoco se quedará afuera gracias al kernel 2.6.32. ¿Estará listo con tan solo un mes de tiempo para trabajar? Probablemente. La comunidad Ubuntu es grande, y su habilidad no está en dudas. Hay varias cosas nuevas en Lucid Lynx, pero aún así nos queda la sensación de que falta algo. Necesito una palabra para describirlo, y gracias al diccionario encontré lo que buscaba: Cohesión. Mejor soporte de hardware, mayor integración social, nueva interfaz y cambios en su software. Excelentes ideas, pero la versión final deberá lograr que todas funcionen juntas. A la perfección.