Sí, a todos nos encantan las películas (la tercera no tanto), pero hasta ahora los juegos han dejado mucho que desear. El más cercano en el tiempo fue la primera entrega de esta saga creada por Electronics Arts y fue simplemente malo. Más allá del combate mano a mano, todo en ese juego parecía a medio hacer. Ahora EA nos trae la segunda parte de su serie y, aunque sigue los mismos pasos que el anterior, le han agregado elementos estratégicos que intentan ponerte en los lujosos zapatos de un Don. ¿Lograrán dicho efecto?
La primera película de la saga El Padrino esta sin dudas entre mis favoritas. Reconozco que no es una sorpresa, probablemente sea una de las películas más celebradas de todos los tiempos. Sin embargo, más allá de su éxito, nunca tuvo un juego que esté a la altura de dicho filme y eso que el material es bastante adaptable a un videojuego. El primer juego que sacó Electronics Arts fue bastante malo. Más allá del interesante sistema de combate, no había mucho más que ver y lo que había era feo y poco desarrollado.
Ahora, para esta secuela, el equipo decidió seguir con la base que tenían, pero llevarlo un poco más allá. Ahora no solo puedes hacer todo lo que hacías en el anterior, como participar en balaceras mafiosas y pasear por la ciudad, sino que ahora también puedes tener una pequeña familia que controla varias ciudades en nombre del buen Michael Corleone. Sin embargo, por más ambicioso que parezca el concepto, el resultado final está lejos de serlo y finalmente esto le juega en contra.
La historia comienza en Cuba, donde la familia Corleone está intentando posicionarse como una poderosa empresa. Allí están Michael Corleone (el Don) y asociados. Entre ellos se encuentra su representante en Nueva York y el jugador toma el rol de su mano derecha, Dominic. Lamentablemente los señores mafiosos llegan justo en el inicio de la revolución cubana, lo que los obliga a escapar entre algunos tiroteos. Antes de poder escapar el representante de Nueva York muere y el jugador queda con todas sus responsabilidades.
Ese es el comienzo, pero luego toma giros predecibles que intentan darle cierta variedad. El primer objetivo es controlar todo Nueva York y sirve como un tutorial para explicar todos los elementos de mafioso. Aquí te enseñan a amenazar empleados para que paguen por protección y todo tipo de cosas lindas que hace el crimen organizado. Una vez que cumplas el primer objetivo te enviarán a Miami y poco tiempo después a Cuba. Algo a tener en cuenta es que aunque no estés físicamente en las otras ciudades, también tendrás que seguir manejándolas, así que hay que estar atento.
La frase mediante la cual está siendo comercializado es: “Actúa como mafioso, piensa como Don”. La primera parte es bastante verdadera y por la mayor del tiempo nos dejó satisfechos. Puedes amenazar gente inocente, ejecutar mafiosos, poner bombas en locales enemigos y todo eso que hemos visto en las películas. Lamentablemente, a cada paso que das se siente lo poco pulido que esta. Aunque el combate mano a mano sigue siendo el fuerte del juego, disparar es muy incómodo. Esto se debe a que el sistema de cobertura es casi inexistente y debes estar agachado detrás de cualquier objeto para que no te llenen de plomo.
Manejar sigue la línea de incomodidad y lo lleva a un nuevo nivel. Tal vez en esa época los autos eran muy malos y el juego es demasiado real, pero lo que sí sabemos es que todos se manejan exactamente igual. El problema es que son duros y responden muy mal. Además, es tan problemático que casi nunca llegamos acostumbrarnos. Las cosas no mejoran cuando los policías son siempre más rápido que tú y te chocan de a tres al mismo tiempo. Puede llegar a ser extremadamente frustrante.
El otro segmento de la frase dice: “Piensa como un Don”. Aquí es donde el slogan comienza a mentir. Más allá de que tienes una gran variedad de opciones y cosas para hacer, en ningún momento se siente que hay algún tipo de elección. Es decir, las cosas que están disponibles se hacen en el momento que se supone que se hagan. No hay manera de pensar una estrategia y ejecutarla a la perfección, porque la variedad de cosas para hacer no lo permite.
Pero más allá de las limitaciones tienes una buena variedad de cosas para hacer. Como Don recién promovido debes formar tu propia familia, que lo haces reclutando soldados. Más tarde puedes promoverlos a otras posiciones y darle más responsabilidades. Cada uno tiene una especialidad que te servirá para cumplir tus objetivos. Algunos saben colocar explosivos, otro abrir puertas, otros abren cajas fuertes y así sucesivamente. También hay pequeños elementos de RPG, que te permiten mejorar los atributos de tu personaje y tus soldados, pero tampoco varía mucho y son perfectamente ignorables.
Hoy en día parece que el objetivo de todos los desarrolladores es hacer un juego accesible y esto generalmente no permite hacerlo complejo. Porque es extremadamente difícil hacer un juego profundo y complejo que a la vez sea accesible. Es por esto que muchos prefieren entregar una experiencia sosa, pero fácil de entender. El problema es que este juego tiene potencial para ser un buen juego de estrategia con temática mafiosa, pero termina entregando la mitad de lo que promete de la manera más repetitiva posible.
Sin embargo, las razones que dimos recién explican por qué The Godfather II no es genial. Eso no quiere decir que el juego sea malo, porque no lo es. Más allá de lo repetitivo y poco pulido que es, entretiene y bastante bien. El hecho de poder quemar al dueño de una tienda apoyando su rostro contra la hornalla no tiene precio. Lo mismo va para tirarlos por la ventana. Más allá de todos los aspectos negativos, es una experiencia entretenida que cualquiera puede disfrutar con un poco de paciencia.
Entre alguna de las cosas más destacables se encuentra el sonido, que parece sacado directamente de las películas. También existe la posibilidad de ejecutar enemigos de las maneras más violentas imaginables. Por ejemplo, hay pocas cosas más divertidas que ponerle el cañón de la Tommy Gun en la boca a un pobre mafioso y presionar el gatillo como si no hubiese mañana. También puedes ir cumpliendo favores para distintas personas, que te dejarán tener acceso a información sobre otras familias. Lo mismo sucede si haces favores para abogados o jueces, luego ellos usan su influencia para tu favor. Estos pequeños detalles son los que lo hacen disfrutable por momentos.
Actualmente puedes encontrarlo para PC a €44,90 y Xbox 360 y PlayStation 3 a €62,90. Caro, como siempre. Pero de todas maneras comprarlo o no depende de tu capacidad para lidiar con algunos aspectos frustrantes del juego. La campaña principal puede durarte cerca de 10 horas, si te tomas tu tiempo. Luego tiene un componente multijugador que deja mucho que desear.
En definitiva, The Godfather II podría haber sido un gran juego con más tiempo de desarrollo y un poco más de coraje. Sin embargo, prefirieron quedarse con un juego “accesible”, repetitivo y divertido solo por momentos. En caso de que te interese la temática mafiosa o seas fanático de las películas, estamos seguros que podrás sacarle provecho.
Puntaje: 67%
Conclusión: Un juego desparejo. Por momentos es feo, roto y aburrido, y por otros es eficazmente entretenido. Si puedes obviar algunos problemas puedes llegar a encontrarlo divertido.