Hace poco tiempo hemos hablado de Google Chrome, tanto de las capacidades actuales de su versión 2.0 como de aquellas cosas que mantienen al navegador de Google estancado en el 1% del mercado. Pero no hemos tenido muchas oportunidades de hablar sobre aquellos navegadores basados en Google Chrome, o siendo más precisos, en Chromium, su plataforma de código abierto. La principal razón de esto es porque no hay tantos navegadores alternativos con código Chromium como debería, pero aquí tenemos a Iron, del que hablamos tiempo atrás, y que básicamente se presenta como Google Chrome, pero con un nivel de privacidad mucho más refinado para el usuario.
No quiero que me veas…
Desde aquel episodio en el que el contrato-licencia de Google Chrome detonó de forma ruidosa con su "perpetuo-irrevocable-a nivel mundial", la combinación de "Google" y "privacidad" tiene todo el potencial de una bomba Molotov. Cierto "sentimiento anti-Google" tomó forma desde entonces, e incluso en estos días los contratos-licencia de los programas y servicios de Google siguen siendo examinados con una lupa, sólo para tener el privilegio de poder lanzarle algún dardo venenoso al gigante de Mountain View.
Aún con su modo Incógnito, Google Chrome es considerado como "demasiado invasivo" a la hora de manipular información sobre el usuario y su ordenador. Esto tal vez se debe a la falta de explicaciones por parte de Google sobre algunos de los comportamientos de Chrome. Las cosas hubieran estado mucho más calmadas si Google hubiera detallado letra por letra qué clase de información envía o recibe Chrome de los servidores de Google, y por qué no, habilitar un sitio en el que los usuarios puedan consultar dicha información.
Pero en vez de protestar cada cinco minutos, algunos decidieron tomar un camino diferente. A partir del código Chromium, la gente de SRWare creó a Iron, un navegador que comparte las mismas funciones, capacidades y limitaciones que Chrome, pero con la diferencia de que fueron desactivadas todas las funciones consideradas "delicadas" en términos de privacidad. Entre las más importantes, en Iron fueron removidas cosas como el "Client ID", con el que teóricamente Google podría identificar a un usuario, las sugerencias, la etiqueta de tiempo que permite saber cuándo fue instalado Chrome, el "rastreo de madurez" que le permite saber a Google cuándo y de dónde descargamos Chrome, y las actualizaciones automáticas, que siempre están ejecutándose de fondo sin que el usuario sepa nada de ellas.
Además de anular estas cuestionadas funciones, Iron tiene una excelente versión portátil, y fue compilado (según su página) con la última versión disponible de WebKit, al contrario de las versiones estables de Chrome que recurren a alguna versión un par de puntos más antigua. Esto debería darnos, al menos en teoría, un muy buen resultado en nuestro trío de pruebas. Y como no podía ser de otra manera, Iron debió enfrentarse a Acid3, para comprobar si su versión de WebKit está a la altura de las circunstancias:
Excelente puntaje. Sólo el error de LinkTest mantiene a Iron alejado de un rendimiento perfecto, pero esto confirma que WebKit tiene todo el potencial para convertirse en el mejor motor JavaScript de todos. Sus versiones (salvo algún build perdido con bugs) son cada vez más rápidas y eficientes, y no podemos esperar a ver cuál será la que forme parte del futuro Safari 4 de Apple, que aún se encuentra en fase de "beta de desarrollo". A continuación hicimos una visita a SunSpider, esperando ver resultados similares a los de la versión 2.0 de Chrome:
Poco menos de 200 milisegundos más lenta que la versión oficial 2.0. La única razón que encontramos fue la leve diferencia de versiones de WebKit entre Iron y la versión 2.0 de Chrome. Mientras que Iron posee la versión 528.7 de WebKit, en la versión 2.0 de Chrome podemos acceder al build 528.11. No estamos seguros de cuántas diferencias puede haber entre una versión y otra, pero según nuestras pruebas, SunSpider parece haberlas detectado.
Para cerrar, medimos el consumo de memoria. No esperamos cambios gigantescos aquí, pero hay que tener algo en cuenta. Iron no posee el sistema de actualizaciones automáticas, un ejecutable que constantemente toma entre 800 KB y 1 MB de RAM, al mismo tiempo que otras funciones fueron removidas. Tal vez el paso por el quirófano haga que consuma un poco menos de memoria en comparación con las versiones oficiales. Sin variar nuestra prueba, recurrimos a dos pestañas con las páginas de siempre, Google y Apple.
La suma de los tres procesos dio un total de 30.548 KB, mientras que la prueba de la versión 2.0 excedió los 34.000 KB. ¿Pueden 4 MB ser considerados como margen de error? En esta ocasión, no lo creemos así. Probablemente sea gracias al par de funciones removidas que pudo lograr esos 4 MB de ventaja. Claro que una diferencia como esta no debería afectar de forma significativa el rendimiento del navegador, pero si nos mantenemos firmes con los números, Iron consume menos memoria que el Chrome oficial.
Hay algo que no cambia: No deberías descargar Iron pensando que encontrarás alguna función extra que no esté presente en Chrome. Todo lo contrario: Iron tiene menos cosas que Chrome, y todo lo que falta en Chrome también está ausente en Iron. Aquello que fue removido en Iron se encuentra enfocado sobre la privacidad del usuario, y eso es lo único que hace la diferencia. Sus rendimientos pueden ser prácticamente idénticos, pero si deseas un navegador un poco más seguro, y además necesitas de una versión portátil, tal vez deberías probar Iron antes que Chrome, siempre y cuando no te moleste descargar manualmente cada actualización.