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Análisis – Just Cause 2

El primer Just Cause era muy divertido, pero tenía muchos problemas que lo retenían de ser un excelente juego. Cuatro años luego y Avalanche Studios ha conseguido expandir la fórmula al punto donde la capacidad de destrucción queda sobre cualquier otro aspecto del juego. Una premisa muy similar a Mercenaries 2, pero sin todo eso que terminó dando en un juego decepcionante. Just Cause 2 es pura acción y explosiones, y no hace excusas al respecto.

Originalmente, Just Cause es recordado por hacer bien lo que originalmente hacían los videojuegos. Era extremadamente divertido. Sí, la historia era desastrosa y estaba repleto de problemas, pero nadie puede negar las horas de diversión provistas. Ahora, la secuela intenta proveer la misma diversión, mientras arregla todos los aspectos que fueron criticados del original y, de paso, provee unos escenarios hermosos por los que transitar y desatar caos.

Afortunadamente han logrado su propósito a la perfección y han creado uno de los juegos más ridículos en la historia de la industria. Si eres fanático de volar todo por los aires y Mercenaries 2: World in Flames te decepcionó, este es el juego que estabas buscando. La historia es lo de menos, pero en Just Cause 2 ocupas el lugar de Rico, un miembro de una agencia estadounidense llamada… bueno, La Agencia. Y hasta ahí es lo que necesitas saber, porque en realidad el resto es solo relleno y excusas para mover la trama en alguna dirección.

Lo bueno de la historia, es que le da una razón a toda la destrucción. Como tu objetivo es quitarle poder al gobierno de turno, mientras más caos puedas producir, mejor te irá. Porque aquí el caos no solo es el objetivo, sino también la moneda. A medida que avances en tu destrucción tendrás más y más misiones para llevar a cabo. Pero no hay tanta variedad de objetivos como hay de volar todo por los aires. Tal como el primero, Just Cause 2 ofrece mucha libertad a la hora de encarar cada misión y, mientras que no puedes hacer cosas como intentar pasar desapercibido, si la destrucción es lo tuyo, habrá muchas maneras diferentes de lograrlo.

Desde entrar disparando, a pie o en un tanque, hasta estrellar un avión en una torre justo para salir del vehículo instantes antes del impacto. Rico puede hacer de todo. Y en parte puede hacerlo gracias a su gancho extensible y paracaídas. Estas dos herramientas estaban presentes en el título anterior, pero ahora puedes usarlo sin ningún tipo de restricciones. Con el gancho puedes adherirte a cualquier superficie, vehículo o persona que se encuentre en un radio de 100 metros. Con el paracaídas, puedes detener caídas y planear por el mapa. Mientras que el gancho no esta tan bien diseñado como en Bionic Commando, funciona de manera excelente y por momentos puedes sentirte Spider-Man versión Caribe.

Tanta atención se le ha dado a volar todo por los aires que ciertos aspectos básicos de un juego de acción han quedado descuidados. Es el caso de los disparos. Definitivamente no es pésimo, pero no está a la altura de otros juegos de acción. El juego apunta automáticamente la mayor parte del tiempo y lo hace bien, pero en más de una ocasión ocurrió que estábamos disparando a un enemigo en la cabeza, sin hacerle daño o que no elegía a la persona sobre la que queríamos usar el gancho. Aún así, fueron ocurrencias aisladas en lo que ha sido una excelente experiencia.

Y hablando de excelente experiencia, parte de eso se debe al enorme mundo que han construido. Un mundo abierto que, mientras que no se siente tan vivo como en juegos como GTA, es hermoso de ver y muy variado. Para viajar entre y lugar y lugar, existen cerca de 100 vehículos, terrestres acuáticos y aéreos. Las físicas de estos vehículos son, como la mayoría del juego, muy exageradas y por eso te permiten hacer maniobras extremas. Por ejemplo, puedes usar el gancho para alcanzar un jet en pleno vuelo, quedarte sobre él un rato como si estuviese surfeando, mandar volando al piloto, cambiar la dirección a una base enemiga y hacerlo estrellar en un tanque de combustible mientras tú escapas planeando con tu paracaídas hacia el ocaso.

Sorprendentemente, el título original no era recordado por su calidad gráfica, pero esta secuela sin duda lo será. Mientras que los modelos y vehículos tiene una calidad aceptable, es el mundo lo que más llama la atención. Los paisajes son hermosos y viajar a lo largo de la ciudad es un verdadero placer. Además, en una misma nación tienes todos los climas, desde el calor playero del Caribe hasta alpes nevados.

Mientras que Just Cause 2 está lejos de ser un juego perfecto, es perfecto en lo que busca conseguir. Como pocos, ofrece una experiencia divertida de principio a fin. Claro que no es para todos, si buscas un comprensivo juego de acción, donde la puntería y reflejos lo son todo, tal vez no sea lo tuyo. Tampoco lo sea, si quieres una historia que te atrape y siga girando en tu cabeza luego de finalizado. Pero si quieres hacer todas las locuras que ves en películas de acción y tener un patio de recreación donde llevar a cabo tus sueños de destrucción, Just Cause 2 es exactamente lo que buscas. Puedes conseguirlo para Xbox 360 y PlayStation 3 por €56,95 y PC por €37,95.

Puntaje: 85%

Conclusión: Just Cause 2 te da licencia para destruir… y se siente bien.

Escrito por Tomás Garcia

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