El 15 de septiembre ha pasado casi de forma sigilosa, pero aquellos que han estado atentos a la fecha habrán recordado que las mentes maestras en Redmond estarían presentando de forma oficial la beta de Internet Explorer 9. Después de varias previews y de tentarnos con excelentes demostraciones de aceleración por hardware, es hora de que Microsoft muestre a Internet Explorer 9 como el navegador web que busca ser. En otras palabras, un navegador con una interfaz utilizable y lista para enfrentar la demanda de los usuarios. Tal y como corresponde al caso, hemos descargado una copia, y le dimos un vistazo.
Muy bien, llegó el día. Finalmente todas las versiones preliminares han quedado atrás, y la beta de Internet Explorer 9 fue arrojada a la selva digital. Hemos estado siguiendo a esta versión del navegador durante muchos meses, no sólo porque se trata de una pieza de software que se volverá crítica en los meses por venir, sino también porque representa la respuesta de Microsoft ante la volatilidad del mercado de navegadores web. La competencia es muy dura, gracias a los logros de otras empresas que con esfuerzo y dedicación han implementado nuevas funciones y aplastado bugs de forma constante. Todas estas mejoras se vieron simbolizadas a través de las diferentes pruebas disponibles en la red, como por ejemplo son Acid3 (cariñosamente aquí en NeoTeo, "la trituradora"), y la prueba SunSpider desarrollada por la gente detrás del ampliamente conocido motor WebKit. Mientras que la velocidad JavaScript se convertía en un factor vital para diferenciar a navegadores de un rendimiento cada vez más similar, Internet Explorer permanecía como el último de la lista en todas las pruebas. Era necesario un cambio radical, y puede que esta versión tenga lo que se necesita.
Descargar la beta no representó ningún inconveniente. Microsoft ha hecho un buen trabajo al colocar en un mismo sitio todas las versiones de Internet Explorer 9 compatibles con diferentes idiomas. Sin embargo, Internet Explorer 9 tiene lo que se puede interpretar como cuatro versiones reales: Las de 32 bits, divididas en Windows Vista y Windows 7, y las de 64 bits, separadas de la misma forma. Son cuatro instaladores diferentes en total, y en nuestro caso, el de Windows 7 x64, demandó una descarga de poco menos de 36 MB, un tamaño considerable en comparación con otros navegadores. El proceso de instalación duró apenas unos minutos, y como era de esperarse, al final fue necesario un reinicio. La razón es obvia: Internet Explorer 9 se sigue integrando al sistema operativo de la misma forma en la que lo hicieron sus predecesores, y no nos extrañaría en absoluto que sea una parte integral de lo que será el futuro Service Pack 1 para Windows 7.
La interfaz resulta muy interesante. No hay barra de búsqueda independiente, y la etiqueta de las pestañas queda a la misma altura que la barra de direcciones. Los botones para avanzar y retroceder se mantienen del lado izquierdo, una práctica común en casi todos los navegadores de hoy, mientras que los botones para las funciones principales del navegador se ubican a la derecha, algo similar a lo que se puede ver en Google Chrome. El botón para retroceder parece estar cortado levemente en la parte inferior. No sabemos si se trata de una decisión por defecto o de un bug en la textura, pero por más insignificante que sea, está allí. Tanto las funciones principales como el sector para Favoritos aparecen como menú colgante. Queda claro que Internet Explorer ha pasado por un proceso de simplificación importante, algo que contrasta mucho con las versiones anteriores. Una de las quejas más comunes era que tenía "demasiadas cosas", y todo parece indicar que en Redmond han recibido el mensaje (finalmente).
Internet Explorer 9 también tiene secciones dedicadas para la descarga de archivos, y para los "sitios populares", que aparece cada vez que se abre una pestaña nueva. Algunos de nuestros lectores rápidamente recordarán al Speed Dial de Opera o al historial de Google Chrome. A falta de otra descripción, esto es extremadamente parecido. La sección de descargas se presenta tal vez como un poco más elaborada a lo que podemos observar en Firefox. Muchos usuarios prefieren destinar sus descargas a otras carpetas, e incluso a otros discos duros. La opción para realizar esto se encuentra en el interior de la sección, bajo la leyenda "Options".
Las opciones de Internet se han mantenido intactas salvo por un punto o dos, entre los que se destaca la opción para desactivar la aceleración por hardware. Los navegadores web pueden haber avanzado mucho en ese aspecto, pero si algún controlador de vídeo llegara a tener un problema, podría afectar la estabilidad del navegador, haciendo más que necesaria a opciones como esta. De todas formas, la aceleración por hardware está activada por defecto en Internet Explorer 9, y funciona bastante bien, más allá del ocasional detalle de renderizado que hemos visto en páginas con alto contenido de Flash (ya llegaremos a eso), o en portales como YouTube.
La beta de Internet Explorer 9 comparte una gran cantidad de cosas con las ediciones preview que hemos visto en ocasiones anteriores, pero eso no quiere decir que los resultados logrados en estas versiones previas se mantendrán invariables aquí. Por el lado de Acid3, no hubo sorpresas al ver que el contador se mantenía clavado en 95 sobre 100. Sin embargo, la prueba SunSpider nos muestra una regresión importante. Lo que antes era un resultado de aproximadamente 330 milisegundos, ahora resulta tres veces más lento. Ejecutamos la prueba en varias ocasiones, pero el resultado siempre fue el mismo. Aparentemente, en Redmond deberán corregir una cosa o dos sobre el rendimiento JavaScript.
Finalmente, nos lanzamos a la navegación en general. Hemos notado varios problemas con Flash, pero esto se debe a que la versión del plugin se encuentra en fase de desarrollo. Adobe ha ignorado en gran medida a las versiones de Flash para 64 bits, pero con la salida de Internet Explorer 9 x64, las cosas deberán cambiar drásticamente. Hemos podido visitar sitios como YouTube y reproducir su contenido, pero de tanto en tanto, Flash tuvo su cuota de berrinches. En lo que se refiere a otros sitios, hemos encontrado problemas bajo Google Docs, ya que nos fue imposible crear un nuevo documento. La pantalla muestra a todas las funciones en gris, y la hoja de trabajo nunca aparece. Por otro lado, Gmail, Facebook y Twitter parecen funcionar bien, aunque es muy probable que la lista de sitios con detalles a corregir aumente de forma significativa, ahora que la beta está disponible.
Lo que necesita Internet Explorer 9 para volver a ganar la simpatía del público no es un misterio. Necesita ser rápido, sencillo y compatible. Puesto en palabras parece fácil, pero si tenemos en cuenta las últimas versiones de Internet Explorer, es como si en Redmond hubieran decidido de forma deliberada sabotear a esos tres conceptos. Hasta aquí, IE9 cambia el rumbo de las cosas. De la misma forma en la que debió adoptar el sistema de pestañas, aquí ha implementado conceptos que ya existen en otros navegadores, pero que no dejan de tener el característico toque Microsoft. La aceleración por hardware es, sin duda alguna, el jugador estrella de Internet Explorer 9. La interfaz no está mal, aunque necesita de una buena sesión de pulido. Flash puede resultar un aliado interesante o un enemigo acérrimo, y todo depende de Adobe. El crecimiento de los sistemas de 64 bits revelan que se necesita de forma urgente una versión de Flash estable, algo especialmente cierto en Internet Explorer 9. ¿Qué otra cosa nos gustaría ver? La palabra mágica es, ni más ni menos, "extensiones", aunque reconocemos que es algo casi imposible. En cuanto a la versión final, será cuando Microsoft disponga. Ni siquiera hay rumores al respecto, así que sólo nos queda disfrutar de esta beta hasta nuevo aviso. El rumbo está bien: Ahora hay que seguirlo.