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Análisis – Darksiders

Juegos de acción sobran, pero algunos logran captar la atención del público. Darksiders nos atrapó cuando lo vimos por primera vez debido a su estilo artístico. Y ahora que tuvimos la chance de jugarlo no solo confirmamos que se ve muy bien, sino también que no es solo una cara bonita. Más allá de las similitudes que tenga con otros juegos más populares, el título hace suficiente mérito para ser reconocido por sus logros.

Algunos de los juegos de acción (basados en combos) más memorables, no son recordados mucho por su jugabilidad (ya que por lo general todos son muy parecidos), pero sí por su estilo y personajes. Pertenecientes al género, algunos de los más reconocibles son God of War y Devil May Cry, como también Bayonetta, sin tanta popularidad claro. Darksiders toma prestados muchos de los conceptos de estos juegos, pero a la vez ofrece un estilo artístico muy particular.

La historia te coloca en los pies de War, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. Supuestamente, responden a un consejo que los llama cuando es hora de marcar a los pecadores, pero por alguna razón, War es llamado antes que nadie y cae en el medio de una batalla entre ángeles y demonios. Esta irrupción hace que el consejo lo encuentre culpable, pero antes le permiten volver a la Tierra a encontrar al culpable del complot. Es por eso que de ahí en más, War debe vagar por los vestigios de nuestra civilización en busca de venganza. Pero por supuesto el consejo no dejaría a un jinete del apocalipsis vagar libremente por ahí, es por eso que lo fusionan con un demonio llamado The Watcher, cuya voz es nada más y nada menos que Luke Skywalker o como lo conocen los mortales, Mark Hamill.

Lamentablemente, Darksiders puede sufrir uno de los comienzos más aburridos. No porque sea malo, sino porque  tarda en mostrar el verdadero potencial del sistema de pelea. Al comienzo, el juego no pretende más que presiones dos botones repetidas veces, pero a medida que avanzas y adquieres nuevas habilidades, armas y poderes, las opciones aumentan, abriendo oportunidades para pelear de otra manera. Además, cada vez hay más enemigos y más poderosos, lo que siempre te mantiene buscando nuevas maneras de derrotarlos. Digamos que para cuando llega el final, la cantidad de cosas que puedes hacer mantiene el juego entretenido.

El tiempo que no estés invirtiendo en matar demonios, lo usarás para resolver puzzles ambientales que no te dejan avanzar de vez en vez. Estos por lo general están muy bien diseñados, dividiendo sanamente los momentos de acción con los de calma. Alguno que otro puede ser bastante difícil, pero nunca al punto de ser frustrante. Pero no todo es resolver puzzles, ya que también hay secuencias donde debes cabalgar tu caballo o volar sobre un grifon matando ángeles. Finalmente, Darksiders también se jacta de tener jefes finales bastante épicos y no solo en cuanto a tamaño, sino también en favor de la trama.

El arte es una de las cosas que nos llamó la atención la primera vez que vimos el título y como ese día, lo sigue haciendo hoy. En los cortes de escena, Darksiders se parece al estilo de Warcraft y mucho de lo que hace Blizzard, es decir, increíble. Además, esta respaldado por una calidad gráfica muy impresionante viniendo de un desarrollador con tan poca experiencia, sin mencionar que casi no tiene ningún punto áspero. Fue pulido al hartazgo, lo que hace que se vea aún mejor.

Darksiders no intenta engañar a nadie. El juego sabe tan bien como los jugadores que no ofrece nada nuevo, pero aunque ya existan varios títulos como este, sigue mereciendo una audiencia. Ya sea que te gusta el arte o simplemente disfrutas de patear traseros de demonios, entonces Darksiders seguramente tendrá algo para ofrecer. Puedes encontrarlo para PlayStation 3 por €66,90 y Xbox 360 por €61,90.

Puntaje: 82%

Conclusión: Más allá de no ofrecer nada nuevo, Darksiders es un entretenido y pulido juego que merece una chance.

Escrito por Tomás Garcia

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